Berlín, 7 ene (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, culpó hoy al todavía presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por el asalto al Capitolio de Washington por parte de sus partidarios, según señaló en una reunión del grupo parlamentario de la Unión Social Cristiana (CSU) en el Parlamento (Bundestag).
Las inquietantes imágenes del asalto al Congreso la hicieron estar «enfadada y también triste», reconoció Merkel.
«Lamento mucho que el presidente Trump no haya admitido su derrota desde noviembre y tampoco ayer, nuevamente. Se volvieron a reavivar las dudas sobre el resultado de las elecciones», señaló. Eso, añadió, creó la atmósfera para que la situación surgida durante la noche fuera posible.
«Una regla básica de la democracia es: después de las elecciones, hay ganadores y perdedores», prosiguió Merkel. «Ambos tienen que representar su papel con decencia y sentido de la responsabilidad, para que la propia democracia siga siendo la ganadora», agregó.
Al mismo tiempo, Merkel también expresó su confianza en el presidente electo, Joe Biden.
Las palabras de Biden y las numerosas reacciones de los dos principales partidos estadounidenses «me hacen estar bastante segura: esta democracia será mucho más fuerte que los asaltantes y los alborotadores», continuó.
La canciller alemana también dijo que era trágico gente hubiera perdido la vida durante los sucesos acaecidos ayer. «Pero, para mí, es un signo de esperanza que el Congreso continuara su trabajo durante la noche», subrayó.
Ahora, expresó, la confirmación de la victoria electoral de Biden y la futura vicepresidenta, Kamala Harris, está asegurada: «Los Estados Unidos de América iniciarán un nuevo capítulo de su democracia dentro de menos de dos semanas, como debe ser», sentenció Merkel.
Las imágenes de Washington «sin duda serán consideradas en otras partes del mundo como algo que no representa un auténtico proceso democrático. Lo más importante es que los demócratas han prevalecido», concluyó.
El miércoles, las protestas de partidarios furiosos del presidente saliente Trump se intensificaron en la capital de Estados Unidos, Washington, sumiendo temporalmente el centro político del país en un caos sin precedentes.
Según la policía, cuatro personas murieron durante los disturbios.