Wolfsburgo/Berlín, 14 dic (dpa) – A 65 años del primer acuerdo que firmó Alemania con Italia para contratar trabajadores, el ministro germano de Trabajo, Hubertus Heil, rindió un homenaje a los logros de toda una vida obtenidos por los llamados «Gastarbeiter» (trabajadores invitados) en el país.
«Las personas que inmigraron en aquel entonces han sido y son un gran regalo para nuestra sociedad», dijo el político socialdemócrata en un acto junto con trabajadores italianos que llegaron a principios de los años 60 contratados por la automotriz Volkswagen.
Heil destacó que sin los ayudantes del sur, la industria en Alemania difícilmente podría haber florecido como lo hizo en los años del milagro económico. «Pero también fueron un enriquecimiento cultural», agregó.
El ministro remarcó que hoy en día hay innumerables ejemplos de una integración exitosa en los negocios, la gastronomía, la artesanía, el arte y la política.
La firma del «Convenio de contratación de trabajadores italianos en la República Federal de Alemania», el 20 de diciembre de 1955, marcó el rumbo para emplear a miles de trabajadores temporales en Alemania.
Heil subrayó que muchos inmigrantes decidieron quedarse en Alemania a pesar de las dificultades de los primeros años.
En el invierno de 1962, llegaron a Wolfsburgo (en el norte de Alemania) los primeros 84 italianos en respuesta a los anuncios que había puesto Volkswagen en busca de trabajadores en periódicos de Italia.
En el primer año les siguieron otras 5.000 personas, en su mayoría hombres que tuvieron que dejar a sus familias. Para las mujeres, la búsqueda de trabajo en Alemania fue inicialmente mucho más difícil.
En el evento celebrado hoy, dos ex empleados de Volkswagen y miembros del comité de empresa, Rocco Artale y Lorenzo Annese, contaron sus experiencias.
Artale, que es ciudadano de honor de Wolfsburgo, dijo que a pesar del escepticismo en aquel momento hacia los recién llegados y las duras condiciones de vida en las barracas ubicadas junto a la planta, se siente muy afortunado.
«Nuestros hijos nacieron aquí. Eso es lo que hizo que esta historia valiera la pena», indicó.
No obstante, Heil pidió perdón en nombre del Gobierno alemán. «Al principio, solo se veía en ellos a trabajadores, no a personas con sus necesidades. Los llamados ‘Gastarbeiter’ han hecho mucho bien a nuestro país», remarcó.
Añadió que incluso hoy en día la escasez de trabajadores cualificados, por ejemplo en el sector de enfermería, muestra que se necesita una mayor «inmigración selectiva de terceros países».