Despedimos este año 2020 con un sabor amargo, lo peor, la tristeza de haber perdido muchas vidas. Para muchos, de seres queridos, familiares y amigos. Ese daño es y será irreparable.
Y a todos y cada uno de de nosotros, el 2020, nos ha robado tiempo de reír, de compartir, de cantar, de besarnos y de abrazarnos, algo tan nuestro… los abrazos.
Para nuestro sector es un año muy duro y complicado, y lamentablemente son muchos los negocios que no podrán reponerse, y para los demás el camino no será fácil. Eso es muy triste, y este año que ya vamos dejando atrás nos ha enseñado, que un bar, no es sólo un negocio, es una casa, la casa de todos, el lugar dónde compartimos, dónde celebramos, a veces también donde lloramos o donde dejamos los problemas en la puerta para pasar un buen rato. Los bares son parte de nuestra vida.
A pesar de todo, desde el Nordeste, mi casa, parte de mi vida, quisiera aprovechar la oportunidad que me da Candás 365, para felicitaros la Navidad a todos y a cada uno de vosotros, de vosotras, a cada persona que es parte de nuestra historia y de nuestras vidas; y desearos de todo corazón que dejemos atrás este año tan fatídico y recibamos con optimismo y alegría al 2021.
Os escribo con la esperanza y con la ilusión de que pronto todo vuelva a la normalidad, deseando que todos volvamos a disfrutar, compartir y vivir la vida juntos, sin miedos y con nuevas ilusiones.
Ahora nos toca no bajar la guardia, seguir siendo responsables, ser prudentes y poner lo mejor de nosotros como pueblo, sociedad y personas para salir adelante.
En mi nombre, y en el de toda la familia que trabajamos en Nordeste os deseamos una feliz Navidad y un año 2021 lleno de éxitos personales y colectivos; nada ni nadie nos podrá quitar la ilusión.
José Gil
Nordeste Candás