(dpa) – Las mañanas con niños pueden ser estresantes. Cuando no se vuelca el vaso de leche, no aparece la mochila con los útiles de la escuela. Así se vuelve a veces difícil llegar en horario a los lugares. Por eso, muchos padres se preguntan: ¿no hay una manera de lograr que las mañanas sean menos estresantes?
Los pedagogos coinciden en que con los niños hay que estar preparados para los imprevistos. De todas formas, vale la pena tomarse un tiempo para reflexionar acerca de qué mejores rutinas son posibles para evitar las corridas por la mañana.
Una posibilidad es despertar a los niños 40 minutos antes para no estar corriendo a último minuto y comenzar el día de forma más relajada. A veces sirven tan sólo cinco a diez minutos más para no terminar completamente nervioso.
También vale la pena analizar qué tareas puede asumir cada quien. Si un niño ya es más grande y puede vestirse solo, por ejemplo, los padres tendrán más tiempo para cambiar el pañal del hermanito menor que se acaba de hacer pis. Es difícil que un niño de dos años se vista solo, pero es muy posible que un niño de tres a cuatro años lo haga.
Por otra parte, muchos pedagogos creen que es útil que los niños tengan su propio despertador y que este sea analógico (es decir, que no sea un teléfono móvil). Los niños de cinco años pueden usarlos perfectamente.
De hecho, el año previo al inicio de la escuela es un buen momento para introducir el hábito del despertador en los niños, ya que, a fin de cuentas, acompañará a los niños en los próximos años de escolarización. Incluso muchas veces, los chicos se despiertan más rápido cuando es con un despertador en vez de con los padres.