Estudio Abba presentó la performance de Nam Hong en el Palazzo Mora, residencia del Centro Cultural Europeo. La exposición Crossing Borders estará abierta hasta el fin de la Bienal el 22 noviembre de 2015. Junto a las pinturas de Nam Hong se pueden admirar las obras Daniel Buren, Yoko Ono, Joseph Kosuth, Karl Stengel y Richard Long. El video de la performance se puede ver en YouTube https://youtu.be/8aTFl7IAyCI
La performance de Nam Hong revela los procesos que generan un movimiento de rotación. Por la abolición de las fronteras entre el arte y la vida, cuando ella está cantando, bailando, lanzando tinta y acrílico, vestida con un traje tradicional coreano, Nam Hong exalta el acto de pintar. Su ser entero, cuerpo y alma, se dedica a este acto y a su vez invita al espectador a participar y abrazar con ella la vida y la muerte a través de los emblemáticos pétalos de rosa. De hecho, comenzando a añadir papel de arroz quemado a la tela, recuerda la muerte y la separación, y al mismo tiempo el nacimiento desde las cenizas de una nueva vida. El papel quemado se convierte en un nuevo material, una promesa de la resurrección. Nam Hong viste trajes tradicionales coreanos que han sido reinterpretados de manera contemporánea y que fueron creados especialmente para sus performances por el conocido diseñador coreano André Kim.
Más allá del fuego y cenizas, una voz interna siempre ha guiado Nam Hong, una voz que proviene de una rica tradición chamánica de Corea de multi-mil años de antigüedad. Pinturas, instalaciones y performances de Nam Hong crean un puente entre Oriente y Occidente.
Los temas recurrentes del arte de Nam Hong no representan al ser humano, sin embargo, su infancia fue fundamental para sus procesos de pensamiento artístico (su juventud estaba profundamente arraigada en un misterio familiar y la muerte de su querida abuela), como es su propio cuerpo. En sus pinturas, ella está mucho más interesada en el espacio y la naturaleza, en el ciclo repetitivo de la vida y la muerte de los árboles, las mariposas y los pájaros que intentan liberarse de los límites de la lona o la enormidad física del espacio alrededor de las montañas, como como en La Montagne. Ella se concentra, por ejemplo, en la metamorfosis de una mariposa, la alternancia de las estaciones. Las imágenes de las mariposas, la luz de las velas y los fragmentos de papel reducido a cenizas, como en Le Papillon, revelan el misterioso ciclo de la vida y la muerte, los orígenes de la existencia que eventualmente conducen a la extinción. Sus pinturas actuales, de tinta y de acrílicos, a partir de 2013 tienen un acto de lírica espontánea y se inspiran en la majestad de la caligrafía asiática.
Más allá del fuego y cenizas, una voz interna siempre ha guiado Nam Hong, una voz que proviene de una rica tradición chamánica de Corea de multi-mil años de antigüedad. Pinturas, instalaciones y performances de Nam Hong crean un puente entre Oriente y Occidente.
Palazzo Mora, Strada Nuova, 3659, 30121 Venecia, Italia, hasta 22 de noviembre; horario: de 10 a.m. – 6 p.m., cerrado los martes.