(dpa) – Muchas personas consideran que la ortodoncia es algo que sólo es una opción para los jóvenes. Sin embargo, también se emplea en adultos, por ejemplo, si los dientes están demasiado torcidos o están demasiado juntos.
Esto no sólo tiene beneficios estéticos, sino que también puede tener ventajas desde un punto de vista práctico. El ortodoncista alemán Hans-Jürgen Köning explica que resulta más difícil cepillar los dientes que están demasiado juntos y una situación así puede conllevar un mayor riesgo de inflamación de las encías.
Con los años, algunas personas han visto cómo sus dientes se han ido desplazando, un fenómeno del que no se libran tampoco los que llevaron aparato en el pasado. Una de las razones de ello puede ser que el nacimiento de las muelas del juicio acabe ejerciendo presión sobre otros dientes, explica Köning, que es además presidente de la Asociación Profesional de Ortodoncistas en Alemania. En los adultos jóvenes, los cambios en el crecimiento pueden llevar a un mal alineamiento de los dientes.
También pueden ser necesaria una ortodoncia para mejorar la estabilidad de un puente. «En este caso, el ortodoncista trabaja con el dentista», explica Köning. Primero endereza los llamados dientes pilares antes de colocar el puente.
Sean cuales sean las razones para llevar un tipo de aparato u otro, un ortodoncista tiene que evaluar si la mandíbula permitirá la corrección. «Cuando se es fumador empedernido, por ejemplo, se corre el riesgo de una disminución ósea, por lo que la persona tiene que tener cuidado», explica por su parte el director general de la iniciativa ProDente, Dirk Kropp.
Lo que sí está claro es que llevar a cabo una corrección con ortodoncia es más difícil de adulto y hay que tener más paciencia que en la juventud. «Los procesos para modelar el hueso son los mismos» sin importar la edad, aclara el ortodoncista Köning. Pero en adultos toma un poco más de tiempo. En las mujeres embarazadas, sin embargo, es más rápido, apostilla.
Por regla general, se suele elegir el aparato fijo para el tratamiento, señala Köning. «Esto permite un movimiento más preciso de ciertos dientes o grupos de dientes», indica. Además, la persona no tiene que ser disciplinada y recordar cada vez que se tiene que poner el aparato. Los aparatos extraíbles sólo se utilizan en contadas ocasiones.
Según los expertos, la higiene es extremadamente importante para portadores de ortodoncia fija. «Hay muchos más huecos en los que pueden quedar residuos de comida, por lo que hay que limpiar los brackets con instrumentos especiales», recalca Köning. En este sentido, es mejor que los brackets estén colocados en la parte interior de la dentadura. Sin embargo, resultan mucho menos cómodos y pueden causar problemas de dicción.
Una alternativa son las férulas plásticas que se pueden sacar y que se llaman alineadores. Pero, según Köning, no son adecuadas para todos los casos de dientes torcidos. A los adultos les gusta elegir esta opción porque es invisible y se puede quitar temporalmente. Sin embargo, «hay que llevarla puesta durante 22 horas», insiste el ortodoncista.
Para algunas personas, llevar ortodoncia puede ser a veces doloroso, según los expertos. «Se presiona sobre la sustancia más dura que tien el cuerpo y, además, está anclada en la mandíbula. No puede funcionar sin presión», añade Kropp.
Cuando el tratamiento se completa, se coloca un retenedor, es decir un alambre que el médico pega desde el interior para una estabilidad permanente. Esto evita que el área corregida regrese a su posición anterior.
Cuando se es adulto, si una persona quiere someterse a una ortodoncia normalmente tendrá que costearlo de su propio bolsillo. Los costes dependen de la magnitud del tratamiento y de la ortodoncia utilizada.
Por Bernadette Winter (dpa)