Solo en 2019 las exportaciones que salieron de España se vieron incrementadas en un casi 1.9%, lo que significa que nuestro país sigue siendo uno de los que aún tienen gran recorrido en lo que al sector se refiere.
Una de las claves para que las empresas sigan consiguiendo cuota de participación en el mercado internacional pasa, primero, por la calidad de los productos que se producen en nuestro país, pero también por la garantía en la protección de mercancías que se proyecta desde el momento que salen de la fábrica hasta que llegan a destino.
Sin embargo, aún existe un gran reto no conseguido: que las exportaciones sean iguales o superiores a las importaciones.
En este sentido, España aún tiene un largo camino que recorrer ya que, además, con las nuevas tendencias medioambientales que pasan, precisamente, por controlar las emisiones de dióxido de carbono, uno de los grandes sectores exportadores, la automoción, necesitará también cambiar su modelo de negocio y apostar, como hasta ahora no se ha hecho, por la versión verde de los vehículos.
¿Cuáles son los sectores que aún tienen recorrido en exportación?
Sin duda, este país está en un momento crucial para apostar por defender la pyme y sus exportaciones de cara a conseguir un tejido empresarial estable, duradero y capaz de competir en el mercado internacional.
Hay varios sectores en los que las firmas españolas aún siguen siendo líderes. Para empezar, el sector farmacéutico, en el que cada vez existe más investigación e innovación, es capaz a través de las principales marcas con sede en España de abastecer al mercado internacional con containers que, gracias también a las bolsas hinchables, llegan en perfectas condiciones sea cual sea el formato en el que se envían. Junto a este sector, la belleza, es otro de los grandes puntos fuertes.
Pero sin duda, hay dos que deben seguir aportando a la economía española respiro y puede que, en no mucho tiempo, se posicionen como verdaderos motores económicos capaces de ayudar a la economía a mejorar las previsiones nada buenas que se ciernen sobre el territorio nacional.
Se trata de la gastronomía (ahí también debería incluirse la parte de vinos nacionales), conocida y de gran fama internacional. Cada vez son más los países que quieren meter dentro de sus lineales productos que tengan sello español: embutidos, jamones, vinos, el jerez, olivas, aceite o verduras de la huerta del sur son solo algunos ejemplos.
Junto con este, el diseño español en lo que a moda se refiere tiene también gran acogida internacional. De hecho, cada vez son más las marcas que consiguen hacerse un hueco en otros mercados con el sello Made in Spain como estandarte de calidad y originalidad.
A esto, ya como remate, se puede unir también un sector en auge: la tecnología. Aunque a priori España no parece uno de los países más desarrollados, lo cierto es que las cifras dicen lo contrario. La inversión en I+D empieza a dar sus frutos y son muchas las pymes que exportan hacia fuera innovación tecnológica desarrollada en nuestro territorio.