La escritora zaragozana Blanca Monreal presenta La fragilidad de la vida y las luces del calidoscopio, su nuevo trabajo. Un poemario que derrama pensamiento y emoción combinados para mostrar las luces y las sombras de lo que significa la vida en estado puro.
Dividido en dos partes, este poemario contiene las más altas cotas del amor y del dolor, porque no pueden desligarse el uno del otro si se vive plenamente. La primera parte de la obra se centra en los poemas que reflejan la esencia de la fragilidad del alma humana. Los anillos circulares concéntricos que nos unen con lo interior y con lo exterior. Alegrías y tristezas que nos marcan y dejan su rastro permanente en lo que somos y en lo que seremos si conseguimos seguir adelante. Combina metáforas con expresiones directas que reflejan como espejos todas las caras de las mismas verdades.
La segunda parte, las luces del calidoscopio, muestra los fragmentos de los espejos rotos que nos reflejaron y que hoy componen un nuevo prisma. Nubes tempestuosas, montes nevados, gritos de lugares que habitamos y que nos miran desde el pasado, majestuosos y dolientes, esperando formar parte también de nuestro futuro.
Espejismos que encuentran su sentido entre la realidad y el deseo, entre la luz y la oscuridad que nos rodea y nos acompaña siempre a lo largo del camino. Celebra la dicha y la pena como recurso para no olvidar y recomponerse, y seguir construyendo con los pedazos de lo que fuimos, de lo que otros fueron, una balsa que nos salve de ahogarnos en la corriente.
La autora desglosa tanto en el título como en el interior la doble expresión de la realidad y de los espejismos por los que a veces nos dejamos tentar. Un calidoscopio compuesto por infinitas partículas combinadas de lo que fuimos, somos y pudimos ser.
Relata experiencias que no son ajenas para nadie que se haya atrevido a mirarse por dentro y descubrir a otros habitando el espacio que se abandonó o en el que nos abandonaron. Mirar allí donde otros habitaron y entender que solo quedan las cenizas de alguna esperanza.
Antes del amanecer,
aún antes del alba,
elegiste tu viaje.
Cruzaste el abismo,
fugitivo.
Liberaste la efímera
existencia de cadenas
y te arropaste con la muerte
inmutable.
¿Te acogió cálida
y llena de ternura?
¡Vuela!
Nos dejaste aquí con la resaca
de la pérdida de lo irrecuperable.
Inocente, te deslizaste
a la luz que todo lo colma,
dejando en nosotros una herida
profunda y lacerante.
Un calidoscopio trágico y hermoso que esconde las posibles combinaciones del destino que nos aguarda y que conformamos con reflexiones y encuentros fortuitos.
Blanca Monreal nació en Zaragoza. Es licenciada en Magisterio en la especialidad de Audición y Lenguaje y ha dedicado su labor profesional a la docencia en la Escuela Pública. Ha participado en diferentes movimientos poéticos y colaborado con sus poemas en algunas publicaciones como la revista Cristal. La fragilidad de la vida y las luces del calidoscopio (La Equilibrista, 2020) es su nuevo trabajo.