Luego de ser capturado conduciendo bajo los efectos del alcohol, es normal que el fiscal impute al conductor con un delito contra la seguridad vial. En consecuencia, se someterá a un juicio para establecer una condena, además de haberle retirado la licencia de conducir. De acuerdo al sitio https://miletrado.com/juicio-alcoholemia/ el conductor tiene el derecho a solicitar un abogado penal que lleve su caso, así que a continuación te ayudamos a conocer lo que puedes hacer para minimizar las penas.
Capturado conduciendo bajo los efectos del alcohol
En caso de seas detenido en un punto de control de alcoholemia, no puedes negarte a que las autoridades realicen la prueba. Por lo general, esta se basa en una evaluación por espiración con el etilómetro. Este aparato inmediatamente reflejará los resultados; si sale negativo, el conductor podrá seguir su camino. Sin embargo, de dar positivo, tendrá que ser sometido a una segunda prueba.
Cuando el etilómetro ofrece un resultado positivo, es porque la persona ha superado el límite establecido en la ley, es decir, 0,25 g/l. En consecuencia, recibirá una multa por parte del agente de tránsito. Pero, ¿Cuándo manejar después de haber tomado alcohol se convierte en un delito contra la seguridad vial?
El límite establecido en la ley supone un nivel de más de 0,60 mg/l por espiración. Sin embargo, en algunos casos, sobre todo cuando ha habido un accidente de tránsito a razón de la conducción en este estado, a partir de los 0,40mg/l ya se considera un delito de alcoholemia. Por lo tanto, el ciudadano será sometido a un juicio penal.
Cabe destacar que aun cuando logres reducir las sanciones que se establecen en la ley, no será posible eliminar de tu historial este antecedente penal. Esto será de gran utilidad para la policía local o la Guardia Civil que está ubicaba en puntos estratégicos de las carreteras de España. ¿Cuál es el objetivo? Conocer si el conductor ha sido irresponsable una vez más, por lo que podría recibir sanciones aún más graves.
Juicio rápido de alcoholemia
Es bien sabido que los juicios penales son extensos y muy costosos. ¿Es este el caso para los delitos de alcoholemia? No necesariamente. Claro está, como todo procedimiento judicial, será necesario la presencia de un abogado experto que asesore al imputado, y vele porque se cumplan sus derechos y garantías.
Vale recordar que ante un juicio penal, existe la posibilidad de caer en prisión, medida privativa de libertad a la que nadie quiere llegar. Así que aunque el imputador no tenga dinero, debe concedérsele que tendrá un abogado especialista que se asegure de que el proceso sea justo.
A diferencia de los juicios tradicionales, el juicio rápido de alcoholemiase realiza en cuestión de días. En primer lugar, se llama al imputado a declarar ante el juzgado de guardia, para luego establecer la fecha del juicio.
Por lo general, los investigados saben poco de lo que está ocurriendo. De allí la importancia de contar con un abogado experto que lo asesore en el camino. Claro está, el permiso de circulación le será quitado inmediatamente, y este no será devuelto al conductor hasta el tiempo que establezca el juez, pudiéndose ser este tiempo más de 4 años.
Lo bueno del juicio rápido es que puedes llegar a un acuerdo de reducción de condena. Este proceso se llama conformidad, es decir que se reconocen los hechos y ante tal prueba de arrepentimiento puedes reducir la pena 1/3 de tu condena.
Cuando no se asumen los hechos
El otro camino a tomar es no reconocer los actos por los que se le acusa. Por tal motivo, se procede a un juicio donde tendrás que defender tu inocencia y ya quedará de parte del juez establecer la sentencia absolutoria de acuerdo a todos los pronunciamientos. El Fiscal presentará un escrito de acusación, mientras que el abogado defensor se preparará con una defensa según tu parte de la historia y pruebas que tengas.
Vale mencionar que en este punto no hay manera de reducir la condena, es decir, si el juez no falla a tu favor, recibirás todas las condenas establecidas en la ley para los delitos de alcoholemia.Entre las sanciones se incluyen retito de licencia de conducir, trabajos de servicio comunitario, multas, y en el peor de los casos, prisión de entre 3 eses a 1 año.