(dpa) – Lo primero que tienen que hacer los usuarios que quieren utilizar la mayoría de los sitios web es aceptar las así llamadas «cookies» o galletas informáticas. Antes de hacerlo, siempre vale la pena echar un vistazo a la política sobre «cookies» de la página en cuestión.
Las asociaciones de protección al consumidor advierten que muchos sitios web han preestablecido un consentimiento para el almacenamiento de «cookies», a pesar de que en realidad hay fallos judiciales que lo prohíben expresamente.
Las «cookies» almacenan datos en el disco duro del usuario mientras este navega en la red. Estos permiten que las páginas web puedan, por ejemplo, reconocer posteriormente a sus visitantes.
Un muestreo aleatorio realizado por la asociación de protección al consumidor del estado federado de Hesse, en Alemania, dio como resultado que la mitad de las 20 grandes tiendas online seleccionadas ignora la normativa actual y utiliza confusas configuraciones predeterminadas que activan toda la selección de «cookies».
Los expertos explican que está prohibido el «sí» preestablecido para la selección de «cookies», ya que en ese caso no se trata de un consentimiento real: Después de todo, casi nadie lee los largos textos sobre qué «cookies» deberían aceptar y cuáles no.
Los consumidores siempre tienen que estar alertas. Algunas páginas, por ejemplo, ofrecen más opciones de control. Sin embargo, estas colocan el botón que permite todas las «cookies» en un lugar prominente, mientras que el botón que almacena solo la selección del usuario puede pasar fácilmente desapercibido.
Tampoco se recomienda rechazar todas las «cookies», ya que entonces queda desactivada, por ejemplo, la función de la cesta de la compra durante una compra en línea. El bloqueo de las «cookies» de terceros —es decir, las que no tienen nada que ver con la página que se está visitando— puede ser configurado a través del respectivo navegador.