(dpa) – Se lee como una ensalada de letras: Lil Uzi Vert, Juice WRLD, SAINt JHN, DaBaby, Lil Baby. Pero no se trata de errores de grafía. Así se llaman algunos de los músicos más exitosos del momento en Estados Unidos. Sus nombres dominan desde hace semanas los charts de la revista «Billboard». También en otros países aparecen una y otra vez en las listas de hits. ¿De dónde vienen esos nombres raros?
Para empezar, todos los artistas mencionados provienen del hip hop. Y ése es un género que en Estados Unidos está en boga. Ocho de los singles del top ten de la última semana de julio venían del hip hop. En los charts de álbumes, la situación no es muy diferente. Y, por lo tanto, está claro que quien quiera mirar detrás de la fachada de nombres raros tendrá que ocuparse del hip hop.
Según explica el experto en hip hop Jeffrey Ogbar, de la Universidad de Connecticut, que los raperos se pongan nombres artísticos tiene una larga tradición. Ya el pionero Grandmaster Flash se presentaba con seudónimo en los años 70. En parte, los nombres se vinculan a características de los raperos. En el caso de Twista, por ejemplo, su nombre de torbellino tiene que ver con su estilo muy rápido al rapear.
En el caso de los artistas actuales, el asunto en parte es parecido. A Lil Uzi Vert, por ejemplo, al principio de su carrera muchas veces le preguntaban por su velocidad, según relató a la revista estadounidense «Vibe». «Rapeas como una ametralladora», le decía la gente. Así llegó «Uzi», una metralleta, al nombre de este músico, que según «The New York Times» es uno de los astros del rap «más influyentes del último año».
¿Pero qué significan todos esos «Lils»? El servicio de música por streaming Spotify contó desde 2018 más de 8.000 artistas llamados «Lil» en su plataforma. La investigadora de hip hop Sina Nitzsche lo explica así: «Ese ‘Lil’ es un término del inglés afroamericano y significa ‘pequeño’ (little)».
En el hip hop se juega mucho con el idioma, la jerarquía y la identidad. Por un lado está el «OG», el «original gangster». Ese término proviene de la cultura gangsta. Denomina a alguien que es considerado una eminencia en el mundillo. Nitzsche menciona a artistas como Dr. Dre, Snoop Dogg o Ice-T.
Y luego están los artistas revelación, nuevos. En parte, son impulsados por «sus OG» o veneran a raperos de la generación más vieja y se ubican en su tradición. Eso también se refleja en los nombres, comenta Nitzsche. El rapero Lil Nas X, por ejemplo, se puso el nombre en homenaje a su ídolo Nas.
Un punto de vista que comparte el experto estadounidense Ogbar. Él opina que sobre todo por el éxito de Lil Wayne en los 2000 están en boga «los nombres infantiles».
Nitzsche añade otro motivo para todos los «Lils» y «Babys»: «Muchos artistas simplemente son muy jóvenes». La cultura hip hop ya tiene más de 45 años. Muchos artistas actuales quieren diferenciarse de los mayores a través del nombre y demostrar que hacen «algo propio».
Eso puede observarse también en la música. Actualmente, por ejemplo, se extiende por el género la ola del trap. El sonido se vuelve más oscuro, con más bajos. Los textos son más reducidos y la distorsión de la voz con el autotune se convierte en un elemento fundamental del estilo.
Nitzsche explica que artistas y fans de la generación mayor del hip hop muchas veces acusan a los jóvenes de no tener ya mensaje político. También el experto estadounidense Ogbar ve a la nueva generación en parte a millas de la tradición del rap político de la generación anterior. Según dice, la actuación de la policía con respecto a los negros en Estados Unidos ya casi no es tematizada por los artistas. En vez de eso, muchas veces los textos hablan de drogas, violencia y misoginia.
Tampoco puede reconocer un vínculo con el actual movimiento antiracista, a pesar de que gran parte de los artistas que dominan los charts son negros.
El ejemplo contrario lo ofrece el rapero Lil Baby: a fines de junio publicó una canción con su video que ponía en primer plano el lema de «Black Lives Matter» y ya tiene más de 50 millones de visualizaciones en YouTube.
Y hay otra evolución que se observa en el hip hop estadounidense actual: es más melancólico. En el rap emo, artistas como Lil Peep, XXXTentacion o Juice WRLD muestran su lado vulnerable. A todos los une su juventud y su destino trágico: ninguno de ellos superó los 21 años. Sus canciones y discos ingresaron en los charts de forma póstuma.
Por David Hutzler (dpa)