Berlín, 25 ago (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, y sus homólogos de Francia y Ucrania, François Hollande y Petro Poroshenko respectivamente, reclamaron el lunes el cumplimiento urgente de lo acordado en Minsk en febrero con Rusia, el único camino para lograr la paz en el este de Ucrania.
«Los tres estamos convencidos de que el acuerdo de Minsk debe ser el fundamento para poder encontrar una solución pacífica», aseguró Merkel tras la reunión en la Cancillería de Berlín.
«Sólo tenemos una regla hoy, el cumplimiento por completo del acuerdo de Minsk», indicó por su parte Hollande, que ve lo acordado como «la base» para futuros pactos. Mientras, Poroshenko dejó claro que «no hay alternativa» a dicho acuerdo.
«Estamos convencidos de que el proceso de Minsk es un instrumento absolutamente universal. Esto significa un alto el fuego inmediato, retirada de armamento pesado y dejar trabajar a los expertos de la OSCE», agregó Poroshenko, que viajó a Berlín tras los festejos por el 24 aniversario de la independencia de Ucrania.
La mandataria alemana denunció que las medidas acordadas entonces con el presidente ruso, Vladimir Putin, no se han cumplido. «No hay un alto el fuego, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) no puede moverse libremente y se destruyen los drones de exploración», indicó.
«Hay que hacer todo lo posible para que el alto el fuego se convierta en realidad», afirmó Merkel, al mismo tiempo que reclamó que se permita el acceso de los observadores de la OSCE a las zonas del conflicto.
Los tres líderes se reunieron en la capital alemana para dar un nuevo impulso al esfuerzo para lograr una solución pacífica en el este de Ucrania, en un momento en el que las hostilidades están lejos de acabar y en el que tanto las tropas ucranianas como las prorrusas vulneran el alto el fuego.
Putin no fue invitado al encuentro en Berlín algo que provocó las críticas de Moscú. Sin embargo, Merkel negó que se esté intentando dejar fuera a Rusia y defendió el encuentro de tres explicando que se trataba de profundizar en las cuestiones «desde una perspectiva ucraniana».
«Si tenemos la impresión de que es necesario, mantendremos contacto telefónicamente o físicamente», declaró la mandataria sobre un futuro contacto con Putin.
«Tampoco descarto que nos volvamos a reunir también en un formato de cuatro», agregó al mismo tiempo que aseguró que el gobierno ruso será informado de la reunión en Berlín.
Poco antes del encuentro, el presidente ucraniano advirtió del peligro de una ocupación rusa en su país, durante un desfile militar en la plaza Maidán de Kiev para celebrar el Día de la Independencia de la ex república soviética.
El enemigo, dijo, sigue persiguiendo la idea de un ataque directo contra Ucrania. Rusia tiene en la frontera con Ucrania más de 50.000 soldados estacionados, y de los 40.000 combatientes prorrusos que operan en la región del Donbás, en el este de Ucrania, 9.000 son soldados activos del Ejército ruso, aseguró Poroshenko. Rusia niega esas acusaciones.
El mandatario ucraniano anunció por ello un nuevo refuerzo de su Ejército. En el desfile en Maidán marcharon más de 2.000 soldados del frente del este de Ucrania.
Por Almudena de Cabo