Berlín, 25 ago (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, condenó duramente el lunes los disturbios protagonizados por la extrema derecha ante un centro de refugiados en el este del país este fin de semana, que calificó de «espantosos» y «absolutamente inaceptables».
«Las imágenes son espantosas», aseguró acompañada de su homólogo francés, François Hollande, con el que mantuvo posteriormente una reunión en la Cancillería para avanzar en la lucha contra la crisis migratoria en la Unión Europea (UE).
«Alemania es un país en el que se respeta la dignidad de cada individuo», aseguró sobre el país europeo que espera la llegada récord de 800.000 refugiados este año. «Cualquiera tiene derecho a solicitar asilo en el país», recordó.
«Hubo un ambiente agresivo y racista, que de ninguna manera es aceptable. Es repugnante, cómo los radicales de la derecha y neonazis pronuncian mensajes de odio», afirmó sobre los hechos ocurridos el viernes y el sábado ante un centro de acogida en la pequeña localidad de Heidenau, en el este del país.
«Sin embargo, es igualmente vergonzoso ver cómo ciudadanos y ciudadanas, incluyendo familias con niños, caminan al lado de estos extremistas y apoyan estas cosas», declaró la canciller alemana repitiendo las palabras de su portavoz, Steffen Seibert, que poco antes había adelantado la condena de Merkel a lo sucedido.
Hollande también condenó los ataques contra refugiados. «Nada puede justificar una situación tan dolorosa», dijo al mismo tiempo que indicó que el gran número de refugiados carga en gran medida a los países que los acogen. «Ahora vemos qué tensiones pueden desencadenar», agregó.
Durante la breve declaración a los medios, los dos mandatarios reclamaron un reparto «justo» de las cargas y avanzar en el cumplimiento del derecho de asilo europeo para hacer frente a la peor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial.
«Alemania y Francia esperan que todos los países miembros implanten realmente el derecho de asilo por completo», declaró Merkel. «Si los países de la Unión Europea (UE) no cumplen con el acuerdo, entonces la Comisión Europea deberá intentar conseguir que esto ocurra».
La canciller alemana señaló la importancia de que las cargas «se dividan en la UE de manera justa» y de que haya unos requisitos mínimos comunes a la hora de acoger a los miles de refugiados que día tras día llegan a las costas de la UE.
Los dos países instaron a Italia y a Grecia a abrir los centros de registro de refugiados lo más rápido posible. «Deben ponerse en funcionamiento rápidamente, este año», reclamó Merkel. «No podemos aceptar ningún retraso».
«Se trata del registro, pero también de estándares mínimos en aspectos como el alojamiento o la asistencia médica», declaró.
Al igual que Merkel, Hollande destacó la importancia de este reparto «justo» y recordó que es una «grave carga» para los países de la UE. «Queremos aprovechar la posibilidad para hablar sobre la gravísima situación de los refugiados», explicó antes de reunirse con Merkel.
«Debe haber una política de migración común, una armonización», reclamó Hollande. «Hay momentos en la historia de la UE en la que nos encontramos ante situaciones extraordinarias. La de ahora es una de ellas».
«El cumplimiento del sistema de asilo es urgentemente necesario y es el requisito para que funcione el sistema Schengen, que regula la libertad de movimiento dentro de la UE», recordó.
Asimismo, los dos mandatarios abogaron por definir de manera comunitaria el estatus de «países de origen seguros», que facilita una devolución más rápida de estas personas a sus países de origen.
Europa está desbordada ante la llegada masiva de inmigrantes. Esto llevó a Italia a alertar este fin de semana de que la crisis migratoria pone en peligro los acuerdos de Schengen, que permiten la libre circulación de personas entre los países de la Unión Europea.
Por Almudena de Cabo