El sector de los talleres mecánicos va a experimentar en los próximos años un cambio muy significativo. Sobre todo con la creciente proliferación de vehículos eléctricos, híbridos y de gas. Solo el año pasado hubo en nuestro país una matriculación de más de 130.000 unidades, lo que supone un incremento de casi el 40% con respecto al año anterior.
Los vehículos eléctricos e híbridos serán tendencia en el mercado automovilístico durante la próxima década. Esto supone que los talleres mecánicos tengan que desarrollar unas habilidades tecnológicas mucho más específicas y dirigidas a este segmento de vehículos. Talleres como Electroauto Galipán en Icod de los Vinos ya lo vienen haciendo.
Electroauto Galipán es un taller mecánico en Tenerife con más de 30 años de experiencia. Sus servicios se centran en el mantenimiento, la mejora y la reparación del vehículo. Un taller de electricidad y/o mecánica del automóvil en Icod de los Vinos y que tiene todo lo que se necesita para mantener tu coche en el mejor estado.
La necesidad de formación en electromecánica
El vehículo eléctrico e híbrido será la tecnología más popular en los próximos años. A medida que se va a desarrollar el auge de este tipo de coches, los talleres mecánicos deberán contar con la experiencia y la formación necesarias para ofrecer un servicio adecuado. Una formación que, en la mayoría de los casos, será muy distinta a la que vienen utilizando desde siempre.
La llegada de estos nuevos vehículos a los talleres mecánicos va a suponer una serie de diferencias en los métodos de reparación. Los profesionales del sector tendrán que estar más preparados en conocimientos de tecnología eléctrica e híbrida. Unos conocimientos que deben versar sobre todo en electromecánica, de ahí la importancia en la actualidad de contar con electrotalleres como Galipán en Icod de los Vinos.
El conocimiento de la electromecánica de vehículos permitirá a los profesionales del taller atender todas las necesidades. Sin ir más lejos, sabrán todo lo relacionado con piezas específicas de los vehículos eléctricos e híbridos, tales como el inversor, la batería de alto voltaje, el sistema de desconexión de servicio, las piezas de alta tensión, etc.
La adaptación de los talleres a los coches eléctricos
Muchos son los que opinan que la llegada de los coches eléctricos va a suponer una reducción importante en las operaciones que se realizan en los talleres mecánicos. Sin ir más lejos, prácticamente desaparecerán tareas como el cambio de aceite y filtros o los cambios de pastillas y discos de freno.
Sin embargo, lo que en realidad se va a producir es una adaptación a una nueva forma de trabajo. Los talleres mecánicos verán cómo aumenta la demanda por otras tareas y servicios. De hecho, un estudio reciente asegura que el cliente de un coche eléctrico deberá realizar un cambio de neumáticos un 30% antes que el conductor de un coche con motor de combustión.
Por otro lado, otra de las tareas a la que tendrán que hacer frente los talleres mecánicos en mayor medida será la revisión y sustitución del líquido que mantiene la temperatura adecuada de los sistemas de refrigeración de las baterías de los coches eléctricos.
Asimismo, no debemos olvidar los trabajos relacionados con la climatización del interior del vehículo. Muchos clientes tendrán la necesidad de hacer revisiones constantes de este elemento para no perder ni un ápice de eficacia.
Otro aspecto que habrá que tener muy en cuenta es el relacionado con la visibilidad de los vehículos. El mantenimiento y limpieza de cristales, cámaras y otros elementos tendrán una mayor demanda entre los clientes. La venta de productos como los parabrisas, limpiaparabrisas, líquidos de limpieza, faro y bombillas se verá notablemente incrementada.
Un espacio habilitado y herramientas necesarias
Por último, y no por ello menos importante, los talleres eléctricos necesitarán habilitar un espacio eléctrico en el que se incluyan el equipamiento y las herramientas especiales para atender a los vehículos eléctricos.
Entre las herramientas que se necesitarán habría que incluir un multímetro de categoría III a 1000 voltios para realizar la medición del vehículo, un cargador de baterías y un equipo que permita mover el coche sin empujarlo para así no dañar el sistema eléctrico. A su vez, hay que instalar bancos de trabajos de plástico en vez de metálicos y los profesionales deberán estar provistos con equipos de seguridad como guantes, calzado aislado, gafas, traje impermeable, etc. Todo ello sin olvidar también la instalación de puntos de recarga de batería en el taller.
En definitiva, la llegada en los próximos años del vehículo eléctrico va a suponer un cambio sustancial en los talleres mecánicos. Aquellos que sepan adaptarse mejor a la nueva situación van a poder seguir ofreciendo servicios de calidad y actualizados a sus clientes. Los talleres electromecánicos son, sin duda, la mejor solución en este tipo de casos.