Berlín, 19 jun (dpa) – El Gobierno alemán hizo hoy un llamamiento a lograr la contención de las infecciones regionales, después de que se confirmaran cientos de casos de coronavirus en un matadero en Rheda-Wiedenbrück del Grupo Tönnies, una compañía líder de la industria germana de la carne.
Un portavoz del Ministerio de Salud en Berlín afirmó que el objetivo es ahora interrumpir lo más rápidamente posible la cadena de infecciones. Por lo tanto, consideró correcto que en el distrito de Gütersloh se hayan dispuesto tests en serie en gran medida.
Una nueva disposición permite asimismo la realización de más pruebas, incluso sin síntomas, a cargo de los seguros de salud. Además, indicó que el Instituto Robert Koch mantiene contacto con las autoridades locales de salud.
La portavoz gubernamental adjunta Ulrike Demmer se refirió a un «episodio de brote muy severo», que ahora debe ser puesto bajo control, y añadió que este caso de coronavirus demuestra que la pandemia aún no quedó atrás.
Demmer puntualizó que el mantenimiento de las reglas de distancia e higiene es importante y lo es especialmente en empresas donde los empleados trabajan y comparten espacios estrechos.
Entretanto, tras los cientos de casos registrados en el matadero de Tönnies en Rheda-Wiedenbrück, apareció un video de la cantina de la empresa, en el que se evidencian presuntas violaciones a las disposiciones para la prevención del coronavirus.
«El video que circula por la red es conocido por la empresa desde el 28 de marzo de 2020», aseguró un portavoz este viernes a dpa. Inicialmente la compañía le había confirmado a la emisora SWR que las imágenes eran de abril.
El portavoz dejó en claro esta mañana que hubo una falla en la comunicación y que la confirmación de que el video era de abril había sido errónea. Aclaró que las imágenes tienen que haber sido grabadas en marzo, ya que eran conocidas en Tönnies desde fines de ese mes.
En el video se ve a los empleados en la cantina, sentados juntos a escasa distancia en las mesas, mientras están comiendo.
La empresa explicó al respecto que en esta fase de la pandemia no había muchos casos positivos. Desde entonces, agregó, se redujo «considerablemente» el número de plazas, a fin de aumentar las distancias, y se introdujo la obligación de usar tapabocas en la cantina.
«Éramos conscientes de que en todas nuestras acciones tenemos un conflicto de objetivos entre la prevención de la pandemia y el suministro de alimentos. Esto también incluye proveer a nuestros empleados de suministros adecuados durante sus descansos», continuó Tönnies.
De acuerdo con los últimos datos del jueves por la noche, dados a conocer por un portavoz del distrito de Gütersloh a dpa, se registraron 730 nuevas infecciones. Alrededor de 5.300 empleados todavía tienen que ser sometidos al test de coronavirus durante los próximos días en la planta central de Tönnies en Rheda-Wiedenbrück.
La producción en la planta, situada en la región de Westfalia, ha quedado temporalmente suspendida y el distrito de Gütersloh ha decidido el cierre de las escuelas y las guarderías, a la vez que solicitó el apoyo de las Fuerzas Armadas alemanas (Bundeswehr) en el cometido de llevar a cabo los test de coronavirus.