San Francisco, 2 jun (dpa) – El grupo agroquímico y farmacéutico alemán Bayer se ha visto afectado por una grave crisis debido a las numerosas demandas judiciales iniciadas en Estados Unidos por supuestos riesgos de cáncer de los herbicidas que contienen glifosato, si bien Bayer rechaza las acusaciones y ha recurrido las sentencias hasta ahora.
El litigio que inició el declive de la empresa entra ahora en la siguiente vuelta. La primera vista ante el Tribunal de Apelaciones se inicia hoy en San Francisco. Bayer tiene la intención de revocar allí la condena pronunciada en el primer juicio por glifosato en Estados Unidos. Pero incluso si aquí tuviera éxito, hay toda una serie de demandas contra Bayer en Estados Unidos.
El 10 de agosto de 2018 fue un día nefasto para la multinacional alemana: un jurado de un tribunal de San Francisco dictaminó que el productor de semillas estadounidense Monsanto, que poco antes había pasado a formar parte del grupo Bayer, debía indemnizar a Dewayne Johnson con una suma de 289 millones de dólares (260 millones de euros) en concepto de daños y perjuicios.
Bayer quedó de repente entre la espada y la pared, a pesar de que el Tribunal redujo rápidamente la cantidad a 78 millones de dólares. El veredicto reveló repentinamente los altos riesgos que la compañía había asumido con la ya controvertida adquisición de Monsanto.
El demandante Johnson, a quien se le había diagnosticado un cáncer linfático en 2014, había responsabilizado al herbicida Roundup de Monsanto por su enfermedad mortal y acusó a la empresa, que ahora forma parte de Bayer, de ocultar los riesgos .
Después de cuatro semanas, el jurado se mostró de acuerdo con los argumentos presentados por los demandantes. La empresa alemana con sede en Leverkusen acababa de comprar Monsanto por unos 63.000 millones de dólares y, por lo tanto, también había asumido las cargas legales. Estas aumentaron rápidamente, ya que el duro veredicto atrajo a muchos más demandantes.