(Xinhua/EP) – China ha insistido este viernes en que la ley de seguridad nacional de Hong Kong es un «asunto totalmente interno» y ha pedido que no se interfiera, en respuesta a la declaración conjunta de los ministros de Exteriores de Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Canadá en la que sostenían que limitaba las libertades y la autonomía en el territorio.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, ha mostrado su descontento con «los comentarios irresponsables y acusaciones injustificadas» de estos países tras el respaldo del Parlamento chino a la citada ley.
«Es un asunto totalmente interno de China que la APN (Asamblea Popular Nacional) adopte la decisión sobre el establecimiento y la mejoría del sistema legal y los mecanismos de aplicación para salvaguardar la seguridad nacional en Hong Kong y ningún país extranjero tiene derecho a interferir», ha asegurado Zhao en rueda de prensa.
El portavoz ha subrayado que la seguridad nacional pertenece al poder legislativo de cada estado. «Ni un solo país en el mundo permite actividades que pongan en peligro la seguridad nacional incluyendo las actividades secesionistas en su territorio»», ha precisado.
Asimismo, ha sostenido que desde que China tiene soberanía sobre Hong Kong, el Gobierno la ha administrado siguiendo con la Constitución y con la legislación correspondiente, por lo que ha añadido que estos países no tienen «ni fundamento legal ni derecho» de hablar sobre el asunto.
«Queremos exhortar a los países pertinentes a respetar la soberanía de China, a apegarse a las leyes internacionales y a las normas básicas que rigen las relaciones internacionales, a ser cautelosos con sus palabras y hechos, a dejar de interferir en los asuntos de Hong Kong y en los asuntos internos de China en cualquier forma, y a contribuir más a la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong», ha apostillado el portavoz.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este mismo viernes que Washington tomará las medidas necesarias para revocar los privilegios comerciales de Hong Kong ante las recientes tensiones con China por la ley de seguridad sobre la región.
La nueva ley criminaliza la sedición, la traición, el separatismo y la injerencia extranjera y podría derivar, por primera vez, en la apertura de oficinas de agencias de seguridad chinas en Hong Kong.
Pekín interviene en el territorio después del año más convulso de su historia reciente, con una ola de protestas sin precedentes para reclamar un mayor aperturismo democrático. En los últimos días, a raíz de la polémica ley, las movilizaciones se han reactivado, ante el temor de que los cambios puedan derivar en mayor represión de la disidencia.