(dpa) – Los pies son de esas partes del cuerpo a las que a menudo se le presta poca atención, sin embargo, necesitan mucho cuidado. Los masajes y los paseos frecuentes con los pies descalzos son especialmente aconsejables para su bienestar.
La Cámara de Farmacéuticos del estado alemán de Baja Sajonia explica cómo prevenir los problemas más frecuentes.
– Los callos: Si se quiere quitarlos, se debe proceder con cuidado, de lo contrario se pueden llegar a producir infecciones. Medidas como baños de pies y cremas que contengan ácido salicílico pueden ayudar. Además, las limas especiales hechas de vidrio o cerámica o una piedra pómez eliminan el exceso de piel, las durezas que generan el callo.
– Talones agrietados: Este problema puede reducirse con una crema específica para talones con esta sintomatología o con una pomada para las heridas. Asimismo, también ayudan las cremas que contienen urea y que hidratan los pies.
– Hongos/Pie de atleta: Esto se puede prevenir secando bien los pies después de bañarse o ducharse, especialmente el espacio que queda entre los dedos. Si es necesario se puede incluso recurrir a un secador. Y es que a los hongos filamentosos, que a menudo pueden ser una causa del pie de atleta, les gusta un entorno cálido y húmedo.
– Heloma Interdigital u «ojo de pollo»: Al igual que las llagas o las ampollas se producen cuando hay una falta de espacio en el zapato. Esto también se aplica a malposiciones o malformaciones más graves como los dedos en martillo o en garra.
Por lo tanto, es importante usar zapatos en los que los dedos tengan suficiente espacio a los lados y hacia arriba. La zona del talón también debe ser flexible. Sirve de ayuda en estos casos un cambio frecuente de zapatos diferentes, así como entrenar los pies y un calzado saludable.