El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación concluye, con la llegada este domingo de un vuelo desde Cuba, la operación de repatriación de turistas españoles a los que las restricciones del COVID-19 sorprendieron fuera de España. El miércoles aterrizó uno desde Costa Rica y el lunes otro desde Chile.
A estos vuelos habría que sumar otros dos, con carácter excepcional: el que partirá el día 23 de mayo de Caracas con 265 pasajeros a bordo y que ha contado con la organización y coordinación de la Embajada de España en Venezuela; y el anuncio que Iberia hizo de un vuelo extraordinario desde Buenos Aires y en condiciones comerciales para el próximo día 21 de mayo.
Hasta llegar a este punto, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha asistido a más de 26.000 españoles desde el inicio de la pandemia, ha fletado medio centenar de vuelos de repatriación y las operaciones concluirán con más de 8.500 españoles repatriados directamente con la colaboración de nuestra red de Embajadas y Consulados.
La mayor parte de los viajeros que al inicio de la crisis pidieron asistencia a nuestra red de Consulados y Embajadas, ya han conseguido retornar, por lo que ahora estamos ante una fase diferente en la que observamos que en Europa, las vías aéreas comerciales para regresar a España están abiertas, aunque las conexiones directas se han reducido considerablemente. También es posible regresar por vía terrestre aunque es recomendable contactar con el Consulado correspondiente para observar posibles restricciones que establecen las autoridades locales.
En América del Norte, aunque no ha sido una de las zonas que ha presentado mayores complicaciones, la semana pasada American Airlines empezó a operar desde Dallas un vuelo directo a Madrid y algunas aerolíneas se plantean organizar más vuelos a partir de junio. Por otra parte, Qatar Airways también tiene previsto operar vuelos directos con Madrid y Barcelona a partir del 1 de junio y buena parte de las aerolíneas intentan recuperar algunas rutas a través de las que puedan dar un servicio a todos aquellos españoles que ahora intentan regresar a España.
Tanto por el volumen como por el periodo en el que se aplicaron las restricciones derivadas del COVID-19, Iberoamérica ha sido uno de los lugares en el que mayor número de españoles se encontraban. Allí, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación tuvo una sensibilidad especial, lanzando al inicio de la crisis mensajes exclusivos para los españoles que se encontraban por la zona y dedicando el mayor despliegue de vuelos repatriación: un total de 32.
Hay que recordar que los vuelos de repatriación son para facilitar retorno de españoles que carecen de alternativas para abandonar el país; se encuentran en situación de especial vulnerabilidad; turistas (por tanto, que no tienen infraestructura ni apoyo familiar para permanecer en el país) o residentes en España que tengan que regresar por fuerza mayor.
La red de Embajadas y Consulados de España ha detectado que la mayor parte de los perfiles de españoles no responden a esos criterios y, por tanto, no entrarían en fase de repatriación por lo que España interpreta que la fase aguda de la crisis se da por finalizada, al igual que lo han hecho otros países de nuestro entorno. No obstante, las Embajadas y Consulados estudian caso por caso e intentan ofrecer soluciones para cada situación a través de un contacto permanente con cada uno de los afectados.