Brasilia/Berlín, 18 ago (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, viaja el miércoles a Brasil para participar en las primeras consultas bilaterales entre los dos países, en un momento en el que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lucha por su supervivencia política.
Poco antes del partido de Alemania ante Portugal en el Mundial de Fútbol de Brasil en 2014, las dos mandatarias acordaron la que sería la primera cumbre ministerial de este tipo. Un formato que Alemania sólo mantiene fuera de Europa con China, India, Rusia e Israel. Mientras, con Estados Unidos no ha habido hasta el momento ninguna consulta oficial hasta el momento.
Ninguna de las dos podía imaginarse hace un año que la primera cumbre bilateral, conocida en Alemania como «consultas de gobierno», tendría lugar en medio de una de las peores crisis políticas y económicas de los últimos años en el país sudamericano.
Rousseff recibirá a su homóloga alemana en el momento más crítico de su gobierno desde que asumió el segundo mandato en enero pasado.
El millonario escándalo de corrupción en la compañía estatal Petrobras, en el cual está involucrado de lleno el gobernante Partido de los Trabajadores (PT), junto a un creciente deterioro de la economía, han hecho caer la popularidad de la mandataria a un ocho por ciento, según sondeos recientes.
Cada vez son más las voces que reclaman una renuncia o destitución de la presidenta. Un reclamo que sacó el domingo a las calles a cientos de miles de brasileños en casi 200 ciudades de todo el país.
El gobierno alemán aseguró el lunes que los asuntos internos de un país no cambian la agenda de Merkel, que estará en Brasil apenas 23 horas.
«Las consultas de gobierno son las expresión de que dos países tienen una estrecha relación o que quieren estrechar aún más esta relación (…) no es algo que se deje a un lado por sucesos de política interna», declaró el portavoz del gobierno, Steffen Seibert, al ser preguntado sobre si sigue siendo una buena idea reunirse con Rousseff.
Brasil es actualmente el socio comercial más importante de Alemania en sudamérica con un volumen comercial de cerca de 20.000 millones de euros al año (22.074 millones de dólares). Las exportaciones alemanas subieron un uno por ciento hasta los 11.800 millones de euros en 2014, de acuerdo con datos del Ministerio de Exteriores alemán.
Mientras, las ventas de Brasil a Alemania cayeron un siete por ciento hasta los 6.600 millones de euros, convirtiendo al país europeo en el cuarto socio comercial de Brasil, por detrás de China, Estados Unidos y Argentina.
La grave crisis económica que sufre el gigante sudamericano, que cuenta con cerca de 1.400 empresas alemanas, ha desatado la preocupación en el entramado empresarial germano.
En un intento por reactivar la economía, Rousseff aprovechará el encuentro con Merkel para presentarle el Plan de Inversiones en Logística, lanzado en junio, según fuentes del gobierno citadas por el portal «G1», del grupo Globo.
Se trata de un ambicioso programa de concesiones en obras en puertos, aeropuertos, carreteras y vías férrea, que destinará inversiones estimadas en 198.400 millones de reales (unos 60.000 millones de dólares/51.800 millones de euros).
Asimismo, Alemania deberá luchar para no perder influencia en Brasil frente a China. En mayo, durante la última visita a Brasil del primer ministro chino, Li Keqiang, se firmaron 35 nuevos contratos de cooperación por un volumen de más de 50.000 millones de dólares. Dentro de los proyectos de China está la construcción de una línea de ferrocarril a lo largo de más de 5.000 kilómetros para llevar las mercancías rápidamente desde Brasil al Pacífico en Perú.
Otro tema que aborarán las mandatarias será la privacidad de las comunicaciones, tras ser víctimas de espionaje por parte de los servicios secretos de Estados Unidos, según reveló en 2013 el ex analista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden.
Tras la denuncia, ambas condenaron con dureza la práctica y promovieron acciones en el ámbito de la ONU destinadas a garantizar la preservación de la privacidad.
«También los temas de ciencia, tecnología, innovación, cooperación en medioambiete se encuentran en la agenda», informó Seibert.
La comitiva alemana contará con el ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier; de Sanidad, Hermann Gröhe; de Medio Ambiente, Barbara Hendricks; de Agricultura, Christian Schmidt; de Transportes, Alexander Dobrindt y de Cooperación al Desarrollo, Gerd Müller. El gran ausente será el ministro de Economía, Sigmar Gabriel.
Está prevista una recepción y una cena la noche del miércoles en el Palacio Alvorada. El jueves, Merkel participará en una desayuno de trabajo con empresarios alemanes antes de trasladarse al Palacio Planalto, donde será recibida con honores militares.
Tras este recibimiento, las dos mandatarias mantendrán un encuentro para después presidir la reunión central de la cumbre bilateral al cierre de la cual se firmarán una serie de acuerdos.
Una vez concluida esta reunión mantendrán un almuerzo conjunto y de ahí Merkel partirá al aeropuerto para tomar el avión de regreso a Berlín a primera hora de la tarde.
Por Ana María Pomi y Almudena de Cabo