(dpa) – ¿De qué sirve el más bello coche eléctrico si para su producción se producen varias toneladas de gases de efecto invernadero?
Cada vez más consumidores están tomando conciencia de que no se puede lograr un buen equilibrio climático sin suficiente electricidad verde.
Pero también el reciclaje de materias primas en el ciclo de vida de un vehículo juega un papel importante. Ya se trate de las baterías, los neumáticos o la electrónica: hay muchas propuestas para reciclar más y consumir menos recursos.
Reciclaje de baterías:
Los fabricantes de automóviles son conscientes de que la aceptación de la movilidad eléctrica también depende de cómo se usen la energía y las materias primas. Por un lado, la mayor cantidad posible de electricidad debe provenir de fuentes renovables para que el coche no emita más dióxido de carbono (CO2) del que ahorra. Por el otro, hay que reciclar más.
Volkswagen, por ejemplo, está construyendo una planta piloto en la ciudad alemana de Salzgitter, en el estado federado de Baja Sajonia, donde además de recuperar aluminio, acero y cobre también reciclarán materiales para baterías como níquel, manganeso y cobalto.
En lugar de abastecerse con esos materiales mediante un alto consumo de energía en la explotación minera y el transporte mundial, se recuperarán piezas usadas para volver a aprovecharlas en el proceso de producción.
Está previsto que la planta se ponga en marcha en la segunda mitad del año. Será una parte de la fábrica de producción de celdas de baterías para vehículos eléctricos que Volkswagen está construyendo con su socio sueco Northvolt.
La capacidad inicial será de 1.200 toneladas de reciclaje al año, correspondiente a unas 3.000 baterías.
Según Volkswagen, el objetivo es reutilizar el mayor número posible de materiales cuando a fines de la década de 2020 retornen grandes cantidades de baterías tras haber prestado servicios en vehículos eléctricos.
El director general de Volkswagen, Herbert Diess, instó a actuar con la máxima responsabilidad durante la adquisición de materiales, la construcción de vehículos y baterías y su uso secundario.
«Queremos aprovechar las baterías y materias primas durante toda su vida útil», afirmó.
Este concepto es parte de la estrategia de la marca alemana para reducir las emisiones de CO2 en un 30 por ciento hasta el año 2025. La serie de modelos electrónicos en torno al ID.3, cuyo lanzamiento está previsto para el verano (boreal), forma parte central de esta estrategia.
Iniciativas internacionales y demandas políticas: El reciclaje también se está promoviendo en el plano europeo y ya están en marcha dos grandes proyectos sobre «Innovación y producción de celdas de baterías».
Uno de los objetivos de estas iniciativas es apoyar una economía circular para las baterías, «desarrollando también soluciones de reciclaje altamente eficientes y promoviendo la reutilización inteligente de las baterías en otras áreas de aplicación», señalan desde el Ministerio de Economía de Alemania.
La adquisición sostenible de recursos minerales también forma parte de la estrategia de materias primas del Gobierno alemán, que participa en la coordinación de los proyectos.
Varias asociaciones profesionales, entre ellas del sector petrolero, advirtieron a la industria automotriz que no hay que concentrarse únicamente en los vehículos ya terminados desplazándose por carreteras, sino en el ciclo completo.
«Cada concepto de propulsión debe ser evaluado en base a su eficiencia climática, desde la producción pasando por la fase operativa hasta el reciclaje», indican en un documento.
Ciclos de reciclaje y nuevas áreas de negocio: Otros fabricantes de automóviles también ven nuevas oportunidades de negocio en el reciclaje.
BMW coopera también con Northvolt y la empresa belga Umicore. La automotriz con sede en Múnich quiere establecer en Europa una «cadena completa y sostenible de valor añadido para las pilas de baterías» que abarque desde el desarrollo hasta la producción y el reciclado, incluida la «reutilización integral de las materias primas».
Materias primas en el segmento de los neumáticos y la electrónica: La empresa proveedora Continental está trabajando en la reutilización de neumáticos de camiones, y ya el 24 por ciento está siendo equipado con nuevas bandas de rodamiento.
Continental también se ocupa del reciclaje de hollín industrial que luego vuelve a fluir en la producción de neumáticos como negro de humo o negro de carbón en calidad de reforzante de productos de caucho. En noviembre, la empresa germana inició un proyecto con la empresa Pyrolyx: durante cinco años, las plantas de neumáticos recibirán anualmente 10.000 toneladas métricas de negro de humo proveniente de más de tres millones de neumáticos viejos.
Para el reciclaje de piezas electrónicas se estableció un «objetivo de recuperación total» del 95 por ciento. La puesta en práctica es constatada en cada sitio de forma individual, porque la cantidad de materiales reciclables y el tipo de cadena de reciclaje puede variar mucho de un lugar a otro.
Normas sociales y sanitarias: BASF y otras compañías que integran la Alianza Global de Baterías quieren desarrollar hasta fines de 2022 un «certifcado internacional de baterías». Este documento contendrá datos, normas y valores requeridos para la emisión de un «sello de calidad» para las baterías sostenibles.
De esta manera, los consumidores obtendrán más información sobre la producción ecológica al momento de comprar un coche eléctrico. Se certificará también que no se utilizó trabajo infantil para extraer componentes importantes como el cobalto y que se respetaron las normas de salud y seguridad.
Por Jan Petermann y Teresa Dapp (dpa)