(dpa) – Hasta ahora «The Edge», una plataforma que cuelga en punta sobre la ciudad de Nueva York desde un piso 100, sólo podía mirarse y admirarse desde abajo. Ahora este punto panorámico, ubicado en el rascacielos «30 Hudson Yards» de la Gran Manzana, ha pasado a ser el mirador más elevado que existe en la ciudad.
Al menos eso dicen sus constructores, que decidieron abrir el sitio al público general a partir de este 11 de marzo.
La plataforma y su base transparente «parecen estar suspendidas en el aire. Da la sensación de estar flotando en el cielo, con una vista de 360 grados imposible de lograr en cualquier otro lugar», dicen sus promotores. «Nunca nadie ha visto Nueva York de este modo», aseguran.
La inauguración generó una enorme expectativa. Todos querían ver la metrópoli desde la plataforma a 335 metros, una enormidad incluso para los neoyorquinos, que están acostumbrados a los puntos panorámicos elevados.
Las entradas, que ascendían a los 36 dólares, estaban agotadas mucho antes del gran día. Y si bien ya existen muchos miradores en NY, la inauguración de un punto tan nuevo y distinto volvió a levantar la fiebre de los visitantes por ver la ciudad desde lo alto.
La última plataforma que se había inaugurado en la ciudad fue la «One World Observatory» en el One World Trade Center. Eso fue hace cinco años. Aquel observatorio fue construido en la zona de los atentados del 11 de septiembre de 2001, donde solían estar las Torres gemelas del antiguo World Trade Center.
Los otros dos puntos panorámicos más célebres de la urbe son el «Top of the Rock», a unos 260 metros e inaugurados en 2005 en el Centro Rockefeller, y las plataformas que ofrece el Empire State.
¿Cuál es la mejor? Los entendidos del tema pueden estar horas debatiendo el asunto. Lo cierto es que las plataformas del One World Trade Center y del Empire State son las más altas, ya que se encuentran a unos 380 metros, mientras que el Centro Rockefeller ofrece una superficie enorme al aire libre. El precio para acceder es más o menos el mismo, y la vista también.
Como ya existía una buena oferta, los operadores de este tipo de atracciones están buscando constantemente algo nuevo para ofrecer y distinguirse de la competencia. Las ofertas gastronómicas y las tiendas de souvenirs ya no llaman mucho la atención.
El «One World Observatory» decidió apostar por una experiencia multimedia: entre otras cosas, abre el apetito de la mirada de los visitantes con un show de videos en los ascensores.
El Empire State, por su parte, renovó al completo sus instalaciones. Este clásico de los clásicos sigue encabezando la lista de los visitantes en Nueva York. Unas cuatro millones de personas circulan por sus plataformas año tras año. En el Rockefeller Center y el One World Trade Center la cifra se sitúa en la mitad.
«The Edge» llega para sumarse a la oferta desde un lugar totalmente nuevo, las Hudson Yards, en la zona occidental de Manhattan. Los operadores aseguran que, habiendo unas 60 millones de personas que visitan Nueva York todos los años, los potenciales clientes son más que suficientes.
Además, sostienen, la terraza que inauguran se distingue de las preexistentes. «Es una mirada fresca, renovada», asegura John Kelly, de la constructora Related Companies, que tuvo a su cargo la diagramación y el diseño del nuevo barrio neoyorquino.
«Es una superficie exterior de 700 metros cuadrados. Uno no camina dentro de la estructura de un edificio, donde existen restricciones. Es como una plaza enorme bajo el cielo azul.»
Por Christina Horsten (dpa)