(dpa) – Sedán, compacto, combi familiar. También furgoneta y SUV. ¿Y tal vez un convertible? Con la invención de las arquitecturas de plataforma, que permiten generar un gran volumen de vehículos mediante el uso de las mismas partes, la industria automotriz ha multiplicado su oferta de productos.
Los kits de construcción permiten desarrollar nuevas variantes de modelos de manera rápida y económica. Con abreviaturas como MQB, MFA o EMP2, estos kits han llegado a convertirse en marcas de fábrica. Sin embargo, lo que en su momento fue una bendición, es visto ahora como una maldición.
El economista alemán Ferdinand Dudenhöffer, profesor de la Universidad de Duisburgo-Essen, en el oeste alemán, explica que las demandas de los clientes se centran cada vez más en las distintas versiones de SUV o todoterrenos ligeros, mientras que otras variantes de carrocerías, como la furgoneta de pasajeros o miniván, no tienen salida al mercado.
Según sus observaciones, a lo largo de los años, las gamas de modelos se han hecho tan extensas que los fabricantes difícilmente pueden hacer frente a la complejidad y enorme variedad de versiones: «La diversidad que tiene poca demanda dejará de ser rentable. Los estrechos márgenes de beneficio de los próximos años harán que las exuberantes carteras de productos se reduzcan».
Ola Källenius, presidente de la junta directiva de Daimler, admite que esto aún no ha alcanzado su punto máximo, ya que, con el compromiso a favor de la electromovilidad y el consecuente aumento de los correspondientes productos, la gama seguirá creciendo.
No en vano, Herbert Diess, el máximo ejecutivo del grupo Volkswagen, anunció el desarrollo de 20 nuevos modelos para su marca VW y de más del doble de modelos para el resto de las marcas del grupo. Todos ellos se basarán en el bloque de construcción modular de propulsión eléctrica (MEB), desarrollado para coches a batería.
Mercedes-Benz, por su parte, ha anunciado dos coches eléctricos para la clase compacta. Además, ya ofrece el EQC, su primer SUV 100 por ciento eléctrico, y está planeando una familia de modelos eléctricos de alta gama basados en su sedán EQS. «Esta es una diversidad que no puede mantenerse a largo plazo», admite Källenius.
Arthur Kipferler, de la consultora Berylls, puede enumerar varias razones que impulsarán la desaparición de los modelos de nicho: «La presión de aumentar los márgenes de beneficios obliga a todos los fabricantes a controlar sus costes».
El experto añade que, en muchos casos, ya no se pueden justificar los elevados costes que suponen el mantenimiento y el desarrollo continuo de los modelos.
Kipferler señala que esta situación se ve agravada por los altos costos que supone actualizar un modelo, por ejemplo, para cumplir con las futuras normativas de gases contaminantes: «Si a esto se añaden las posibles multas por superar los límites establecidos de CO2, los modelos y variantes menos eficientes pasarán a dar pérdidas y terminarán en la lista negra».
La desaparición del mercado de productos desfasados ha comenzado hace mucho tiempo. Comenzó con modelos deportivos tales como las versiones OPC de Opel, que desaparecieron del mercado debido a las normas de anticontaminación europeas.
Según informaron fuentes allegadas a Mercedes, dentro de la Clase S convencional, por ejemplo, son el coupé y el descapotable los que se quedarán en el camino este año, cuando la nueva generación tome el relevo.
Y VW también ha eliminado modelos: el año pasado, la firma cesó la producción del Golf Cabrio y, según comunicó la empresa, el Golf Sportsvan no tendrá sucesor. En su marca hermana, Audi, hay modelos como el Audi TT que también están a punto de desaparecer.
«Para muchos clientes, un práctico ‘crossover’, cruce entre una combi familiar y un todoterreno, es mejor que un monovolumen compacto, que hace diez años era la elección idónea. De esta manera, los éxitos de ventas actuales son, por ejemplo en Ford, los turismos Kuga y Puma, que han relegado a los monovolúmenes C-Max y B-Max», resume Kipferler.
Y más aún: «Los coupés compactos también se encuentran en dificultades, así que, en VW, el SUV urbano T-Roc ha superado al deportivo Scirocco».
Según Hans-Georg Marmit, de la organización de certificación de pruebas KÜS, la eliminación de los modelos de nicho también ofrece oportunidades: «Estos modelos obsoletos se pueden adquirir a muy buen precio y con importantes descuentos a la hora de comprar un coche nuevo».
Marmit señala que estos son justamente los vehículos que a veces pueden llegar a convertirse en modelos de colección. El experto pone como ejemplo conceptos fallidos como los coupés Z3 y Z4 de BMW, el descapotable Eos de VW o el Opel Tigra, descendiente del Opel Corsa.
«Estos modelos de nicho se fabrican en cantidades reducidas, incluso en épocas de grandes cifras de producción, y por lo tanto experimentan a menudo un rápido y considerable aumento de valor».
Por Thomas Geiger (dpa)