José Luis Belmonte presenta su obra Distopia al peu de la Vella, una novela de corte desenfadado que esconde una crítica pacifista más seria en su trasfondo. A caballo entre realidades que podrían suceder y un surrealismo propio de situaciones límite, explica qué podría suceder si no aprendemos a controlar los instintos humanos que nos llevan a la intolerancia y el enfrentamiento.
La historia comienza con un niño curioso llamado Joan que pide a su abuelo que le cuente lo sucedido ochenta años antes. El anciano relata que a raíz de los problemas territoriales en Cataluña y otras zonas de España, comienzan graves y recurrentes disturbios públicos y la situación se complica cada vez más. La ciudadanía escora sus votos a los extremos y un partido conservador consigue el gobierno. Todo esto coincide con manifestaciones en toda España por culpa de asuntos y problemas económicos que no están siendo atendidos por el desorden, la violencia y el caos, y acaban sucediendo enfrentamientos terribles entre algunos grupos de ciudadanos y las fuerzas de seguridad.
Más adelante la trama se centra en Crevillente. A través de una historia de amor imposible entre dos diputados de partidos opuestos, la novela aborda problemas como los prejuicios y las distancias que a menudo nos separan de otros ciudadanos a causa de las etiquetas sociales. Etiquetas que se superan cuando conoces de verdad a los otros y puedes defender tus puntos de vista con respeto y empatía. El romance se verá envuelto en el caos que lo rodea y deberá enfrentarse a grandes obstáculos para demostrar que dos seres humanos pueden entenderse, respetarse o incluso amarse a pesar de sus diferencias.
La novela del alicantino José Luis Belmonte es una invitación a la calma y a no repetir tropiezos del pasado. El ambiente futurista sirve como ambientación de la historia pero no se centra en intrigas de ciencia ficción sino en las posibles consecuencias que la mala gestión de nuestra sociedad podría llegar a provocar a la generación de nuestros nietos. Plantea una importante pregunta de fondo: ¿Qué futuro queremos construir para las siguientes generaciones? ¿Cuál será nuestro legado?
El abuelo, que vivió de primera mano los acontecimientos, relata a su nieto lo ocurrido en 2019 a través de hologramas y novedosas tecnologías. Una trágica historia en la que solo hubo perdedores y perdidos. Un momento histórico en el que, como en muchos lugares y momentos del mundo, la violencia sustituye a las palabras y los errores humanos comienzan a provocar el desastre.
La naturaleza humana tiene muchos componentes, positivos y negativos, y podemos aprender y mejorar de los segundos y dirigir nuestro futuro hacia los primeros entendiendo los puntos de vista de cada uno y aprendiendo a expresarlos con calma.