Fráncfort, 5 feb (dpa) – Un visiblemente molesto Julian Nagelsmann, el entrenador del Leipzig, todavía tenía un momento para bromear tras la derrota por 3-1 frente al Frankfurt que supuso la eliminación de su equipo de la Copa Alemana.
«No vamos a Múnich a cantar, vamos a Berlín. Os lo puedo asegurar», dijo el entrenador del Leipzig con vistas al partido que le espera el domingo frente al vigente campeón de la Bundesliga.
Los periodistas se rieron con su broma, pero hasta el propio Nagelsmann tuvo que mostrarse decepcionado ante las difíciles semanas que se avecinan tras la dolorosa eliminación copera.
La opción de ganar tres títulos esta temporada se esfumó para el Leipzig justo antes de visitar Múnich para jugar un partido con el liderato de la Bundesliga en juego.
Después de tres contratiempos consecutivos, contra el Frankfurt y el Mönchengladbach en la Bundesliga y nuevamente contra el Frankfurt en la Copa, el partido en que el Leipzig viaja como visitante y segundo de la tabla para jugar contra el campeón y líder llega en un momento inoportuno.
«Falta efectividad en la llegada. A veces simplemente falta la última pieza del rompecabezas, pero la encontraremos en algún momento», dijo el delantero Yussuf Poulsen sobre las actuales debilidades del aspirante al título liguero.
«Estamos eliminados, ¿qué quiere decir eso?», preguntó Nagelsmann, después de comentar antes que ya estaban jugando «el partido más importante del año según los medios de comunicación, el del domingo».
De hecho, su presencia en lo alto de la clasificación debería ser algo excepcional para el Leipzig. Después de que el goleador del Frankfurt Filip Kostic anotara dos goles para certificar la eliminación de la Copa, el próximo título que amenaza con escaparse del Leipzig es la Bundesliga, si un triunfo del Bayern Múnich aumenta la distancia entre ellos a cuatro puntos.
Antes del choque de octavos de final de la Liga de Campeones frente al Tottenham inglés, el Leipzig trabaja duro con vistas al duelo contra el Bayern Múnich. Nagelsmann espera que el confiado equipo bávaro se enfrente a retos inesperados.
«Me cuesta creer que el Bayern juegue algo diferente. El Bayern jugará un poco menos al contraataque», dijo Nagelsmann, haciendo una comparación pintoresca, según la cual su equipo tendría que trabajar más duro para escalar hasta la cima.
«Dije que somos buenos», enfatizó Nagelsmann una vez más la noche del martes, lo que significa que su equipo tiene que demostrarlo una vez más en Munich.
Por Patrick Reichardt (dpa)