Múnich, 2 feb (dpa) – El gigante tecnológico Siemens celebrará el próximo miércoles una asamblea general de accionistas que se avizora difícil ante el anuncio de protestas de activistas y críticas de inversores.
La controversia en torno a la decisión de suministrar un sistema de señales de tren para una enorme mina de carbón de la compañía india Adani en Australia ensombrecerá la asamblea general, que podría ser la última del presidente ejecutivo, Joe Kaeser, en la cúpula de la compañía. Su contrato expira a finales de año.
Los activistas climáticos de Fridays for Future anunciaron manifestaciones frente al auditorio Olympiahalle de la capital bávara, donde tradicionalmente se celebra la asamblea general.
Un portavoz de la agrupación estudiantil dijo que era difícil estimar cuántos manifestantes acudirán a la convocatoria.
La manifestación cuenta con el apoyo de Greenpeace, la Unión Alemana de Conservación de la Naturaleza y el movimiento ambientalista «Extinction Rebellion» y Campact, entre otros.
«Ciertamente estará muy concurrido, porque muchos lo están pidiendo», dijo una portavoz de Greenpeace.
En Siemens destacaron que se trata de una asamblea normal. Sin embargo, la empresa es consciente de que probablemente habrá protestas más grandes de lo habitual. «Estamos adaptando nuestros requisitos de seguridad», dijo un portavoz. Destacó que las protestas que han tenido lugar hasta ahora han sido pacíficas.
Kaeser también tendrá que escuchar las críticas dentro del auditorio. Una docena de oradores, entre ellos un representante del pueblo aborigen de Australia afectado por el proyecto de Adani, se pondrán de pie ante el micrófono en representación de la llamada Asociación de Accionistas Críticos.
Además, hay varias mociones de accionistas individuales que se oponen a la aprobación de la gestión de la junta directiva, del consejo de supervisión o de Kaeser como presidente de la junta. Sin embargo, es poco probable que tengan éxito.
También es probable que haya críticas por parte de los inversores institucionales. «El caso Adani fue un desastre comunicativo para Siemens», indicó Vera Diehl, de Union Investment.
Diehl también se posicionó claramente a favor de poner fin a la era de Kaeser en Siemens: «Por el momento, en nuestra opinión, hay pocas razones para creer que el Sr. Kaeser recibirá una nueva prórroga de su contrato como CEO o que algún día se convertirá en presidente del consejo de supervisión».
Ingo Speich, de Deka Investment, dijo que la empresa está «interesada en acordar una sucesión ordenada» que no prevé la ampliación del mandato de Kaeser.
Kaeser presentó cifras sólidas para la multinacional. Siemens desafió el enfriamiento de la economía mundial y aumentó las ventas y los beneficios de explotación en el pasado ejercicio fiscal.