La Comisión Europea ha hecho pública hoy una propuesta que permitirá a la Unión Europea proteger sus intereses comerciales a pesar de la parálisis del sistema multilateral de solución de diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC). A fin de hacer mayor hincapié en el cumplimiento y la vigilancia de la aplicación de los acuerdos comerciales de la UE, la Comisión ha creado hoy el cargo de alto responsable de la aplicación de la política comercial.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha declarado: «Una Europa más fuerte en el mundo implica un liderazgo eficaz de la UE en el comercio mundial y unas facultades adecuadas para garantizar el respeto de las normas del comercio internacional. Por este motivo, inicio mi mandato adoptando medidas rápidas para reforzar nuestros instrumentos comerciales. La propuesta de hoy nos permitirá defender nuestros intereses en estos tiempos especialmente difíciles para el comercio internacional. Dado que están en juego muchos puestos de trabajo en Europa, la UE debe equiparse para garantizar que nuestros socios respeten los compromisos que han contraído y esa es la finalidad de esta propuesta».
El comisario de Comercio, Phil Hogan, ha afirmado: «Es un momento crucial para el multilateralismo y para el sistema de comercio mundial. Al quedar el Órgano de Apelación fuera de juego, hemos perdido un sistema de solución de diferencias aplicable que ha sido un garante independiente de la puesta en práctica imparcial de las normas de la OMC. Pese a que intentamos reformar la OMC y restablecer un sistema que funcione correctamente dentro de esa organización, no podemos permitirnos permanecer indefensos si no existe ninguna posibilidad de obtener una solución satisfactoria en el seno de la OMC. Las modificaciones que proponemos nos permitirán defender a nuestras empresas y a nuestros trabajadores y consumidores siempre que nuestros socios incumplan las normas».
La propuesta de hoy de modificar el Reglamento de aplicación existente constituye una reacción directa al bloqueo de ayer de las operaciones del Órgano de Apelación de la OMC. El Reglamento vigente —que constituye una base en virtud del Derecho de la UE para la adopción de contramedidas comerciales— exige que las diferencias se sometan a todos los procedimientos de la OMC, incluida la fase de apelación, antes de que la Unión pueda reaccionar. La ausencia de un Órgano de Apelación de la OMC funcional permite que los miembros de la OMC eludan sus obligaciones y eviten una resolución vinculante simplemente apelando contra un informe de un grupo especial.
La propuesta de la Comisión permitirá a la UE reaccionar incluso si la OMC no emite una resolución final en el nivel de apelación porque el otro miembro de la OMC bloquee el procedimiento de resolución de diferencias al apelar a la nada.