La ministra de Educación y Formación Profesional en funciones, Isabel Celaá, ha asistido, en Madrid, al acto de entrega de diplomas de la XI edición del Premio Nacional de Educación para el Desarrollo ‘Vicente Ferrer’ 2019.
«Esta nueva convocatoria sirve para visibilizar y reconocer los proyectos y experiencias pedagógicas que los centros educativos, tanto públicos como concertados, están desarrollando con admirable profesionalidad en este ámbito», ha asegurado la titular de Educación.
Estos galardones, organizados por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) en colaboración con el Ministerio de Educación y Formación Profesional, reconocen cada año quince experiencias educativas de centros sostenidos con fondos públicos destinadas a sensibilizar, concienciar, desarrollar el espíritu crítico y fomentar la participación activa del alumnado en la consecución de una ciudadanía global y solidaria, y comprometida con la erradicación de la pobreza y sus causas y con el desarrollo humano y sostenible.
En esta edición, el premio ha recaído en quince escuelas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Galicia, Comunidad de Madrid, Comunidad Foral de Navarra y Principado de Asturias. «En definitiva, las prácticas de los distintos centros educativos que hoy reconocemos nos confirman el potencial transformador que tiene la educación pública y lo necesaria que es para crear una ciudadanía que ejerce su libertad y su compromiso con los demás», ha indicado la ministra.
Durante su intervención, Isabel Celaá ha subrayado el papel de la escuela para hacer frente a los desafíos que hoy nos amenazan como la erradicación de la pobreza, el cambio climático o las derivas autoritarias. «Los jóvenes deben conocer el mundo en el que viven a través de la escuela y desarrollar la capacidad de análisis y sentido crítico ante la desigualdad, la pobreza y la exclusión, porque son el caldo de cultivo del malestar y del conflicto social que una ciudadanía democrática no puede tolerar», ha añadido.