La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, ha defendido que «el Estado de Bienestar disminuye casi un 52% la pobreza y cerca de un 34% la desigualdad de las rentas que generan los mercados en España».
Así lo ha asegurado en el acto organizado por EAPN (European Anti Poverty Network) en el Ministerio con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Carcedo ha afirmado que «los euros dedicados a la protección social no sólo son una inversión en justicia social, son también una inversión eficiente». La ministra ha citado un estudio del Fondo Monetario Internacional que sostiene que entre 1980 y 2005, el gasto social medio en los países de la OCDE tuvo un efecto multiplicador sobre el crecimiento, al generar empleo de calidad e impulsar la innovación y la investigación en los sectores público y privado.
Carcedo ha asegurado que la pobreza, especialmente la infantil, «es uno de los principales obstáculos, si no el mayor, en el objetivo de avanzar en la justicia social».
Según la última Encuesta de Calidad de Vida, la tasa de riesgo de pobreza en España es de casi el 22%, ha recordado. «Se trata de una cifra intolerable y que no se corresponde con los niveles de desarrollo económico e institucional de un país como España», ha asegurado.
Carcedo ha mostrado su preocupación por los índices de riesgo de pobreza, algo más del 26% para los menores de 16 años y casi del 30% entre los jóvenes de 16 a 29. «Cada vez tenemos más evidencia de que una de las circunstancias más determinantes de cómo nos irá en la vida es la clase social de nuestros progenitores», ha recordado.
Así, ha señalado que en España los últimos datos indican que el riesgo de tener dificultades para llegar a fin de mes de adultos que estuvieron afectados por la pobreza en la infancia duplica (45%) al de los que no se vieron afectados por ese problema (20%).
«Hay niños que nacen con los mismos talentos productivos y la misma capacidad de trabajar duro que otros, pero a los que les va a ir peor en la vida simplemente porque tuvieron mala suerte en la lotería del nacimiento. Esto es fundamentalmente injusto, porque nadie elige nacer en una familia rica o hacerlo en una pobre», ha defendido Carcedo.
Además de injusto, ha explicado, «es ineficiente». «Tener una quinta parte de la infancia de un país bajo el umbral de la pobreza significa perder buena parte del capital productivo que esos niños hubieran desarrollado de mayores de haber tenido los apoyos necesarios», ha defendido.
Carcedo ha insistido en que la exclusión y la pobreza no se definen exclusivamente como la ausencia de dinero, sino que son «una cuestión multi-dimensional donde se mezclan cuestiones relativas a la educación, la crianza o las estructuras familiares».
El acto lo ha clausurado la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Ana Lima, y ha contado con la participación del director general de Servicios para las Familias y la Infancia, Ángel Parreño.