(dpa) – El tráfico callejero está repleto de peligros. Quien los conoce, los evalúa correctamente y se comporta de forma acorde para evitar accidentes.
A continuación, algunos de los factores a tener en cuenta:
– DISTRACCIONES: Ya sea un teléfono inteligente o un navegador GPS, cada distracción, por pequeña que sea, puede ocasionar un siniestro. «Justamente cuando las condiciones del tránsito sugieren un riesgo bajo, muchos conductores dejan de lado su concentración y se ocupan por ejemplo de su teléfono móvil, lo que puede tener consecuencias fatales», explica Gerrit Reichel del club automovilístico alemán ACV) Su consejo: acostúmbrese a detener el vehículo para operar el navegador o su teléfono inteligente.
– ALCOHOL: Incluso pequeñas cantidades de alcohol afectan la capacidad de coordinación, concentración y reacción. No sólo aumenta el riesgo de sufrir uno mismo un accidente, sino también el de involucrar a todos los demás usuarios de la vía pública. «Quien conduce no bebe y quien bebe no conduce», aconseja como regla básica Romy Mothes del Auto Club Europa (ACE).
– DISTANCIA: Apremiar y conducir demasiado pegado a otros vehículos es una de las mayores fuentes de peligro en el tráfico. «Si a esto se suma una conducción inapropiada, los accidentes son inevitables», advierte la portavoz de ACE. Para que quede suficiente tiempo para reaccionar si el automóvil de adelante frena repentinamente es decisivo mantener una distancia de seguridad suficiente.
– CINTURÓN: Aunque en muchos países rige la obligación para todos los ocupantes del vehículo de llevar el cinturón de seguridad, su falta de uso o su empleo indebido continúa siendo uno de los mayores peligros del tránsito, según la investigación de accidentes de las aseguradoras.
«Estadísticamente habría 200 muertos menos al año en Alemania si todos los conductores se abrocharan de manera constante», apunta el investigador Siegfrid Brockman. Justamente las sillas de coche para bebé y los asientos infantiles frecuentemente no son fijados de la manera correcta, añade.
– EXPERIENCIA PARA CONDUCIR: Entre los motociclistas frecuentemente la falta de experiencia se convierte en un riesgo para su seguridad. «Muchos no llegan siquiera a los 2.000 kilómetros al año, porque sacan el vehículo de dos ruedas solamente con buen tiempo», explica el investigador de accidentes Brockmann.
Las cifras hablan por sí solas: el 70 por ciento de los motociclistas muertos en las carreteras alemanas fueron los responsables del accidente y en el 50 por ciento de los casos no estuvo involucrado ningún otro vehículo. Por lo tanto, Brockmann recomienda que especialmente los motociclistas participen regularmente de entrenamientos de seguridad en el manejo.
– DOBLAR A LA IZQUIERDA: Esto también se cuenta entre las causas clásicas de accidentes. «En este caso, muchos todavía juzgan erróneamente la velocidad del tráfico que viene de frente», explica Brockmann. Además, al girar a la izquierda, los peatones y los ciclistas también deben ser tenidos en cuenta.
– PERSONAS MAYORES: Junto a los conductores principiantes, los mayores de 75 años pertenecen al grupo de alto riesgo en materia de frecuencia de accidentes. Por lo tanto, Brockmann llama a las personas mayores a que den un paseo con acompañamiento de vez en cuando, por ejemplo de una autoescuela, con el fin de obtener una opinión. «Los adultos mayores no conducen básicamente peor, pero sobre todo su capacidad para controlar situaciones de tráfico complejas se va ralentizando», dice.
– ESTRÉS: Agresiones y estrés no son buenos acompañantes para conducir. Quien reacciona correctamente ayuda a evitar accidentes. «Quienes circulan en el tráfico deben intentar distender la situación», señala la portavoz de ACE. Por ejemplo dejando pasar en la siguiente oportunidad a quienes apremian en el tráfico.
– AGOTAMIENTO: Se subestima el peligro que implica el cansancio al volante. Casi la mitad de los automovilistas cree que pueden compensar un segundo de sueño con su experiencia al volante, según una encuesta del Consejo de Seguridad del Tráfico de Alemania (DVR). Y otro 43 por ciento cree que puede prever el momento en que se dormirá.
«Un error fatal de juicio», señala la portavoz del ACV. «Cualquiera que conduzca un coche cansado actúa negligentemente y se pone a sí mismo y a otros en gran peligro». La fatiga al conducir tiene un efecto similar al del alcohol: afecta la capacidad de reconocer una situación de peligro y también la de reacción.
– MÁS TRÁNSITO: La cifra creciente de vehículos demanda máxima concentración de cada individuo, a lo que se suman espacios imprevistos de obras, desvíos y atascos. Y a esto se agregan en muchos países los patinetes eléctricos en las vías.
Por Claudius Lüder (dpa)