LUGO, 24 Sep. (EUROPA PRESS) Vecinos del conocido como el violador del estilete, Félix Vidal Anido, esperan que «no salga libre» tras el juicio que lo sentará este jueves en el banquillo por el intento de asalto a una mujer en su domicilio tras haber abandonado la prisión tras ser tumbada la denominada doctrina Parot.
Al respecto, el alcalde de Pol (Lugo), de donde procede Vidal Anido, el socialista Lino Rodríguez, ha asegurado que en el municipio se vive «una tranquilidad absoluta» tras su arresto.
Rodríguez ha comentado que vecinos del municipio y, sobre todo, de la parroquia de San Martín de Ferreiros «están tranquilos», aunque «un poco con la mosca detrás de la oreja por si sale libre».
«Confían que no haya libertad. Yo no soy quien para decirlo, ni quiero insinuarlo, esto hay que esperar a lo que determine el juez», ha sentenciado al respecto del juicio.
Félix Vidal Anido, de 50 años, salió el pasado mes de diciembre de la cárcel de Villabona, en Asturias, tras la anulación de la doctrina Parot. Había sido condenado a 70 años de prisión por varias violaciones, dos de ellas cometidas en Lugo en el año 1987, y cumplió condena durante casi treinta años.
El conocido como violador del estilete se enfrenta en el juicio de este jueves a un nuevo juicio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo por los delitos de detención ilegal y falsedad de documento mercantil, por los que la Fiscalía pide nueve años de prisión.
ASALTO
En esta ocasión se juzga a Vidal Anido por intentar acceder a la vivienda de una mujer de mediana edad en la calle Eirín de la ciudad de Lugo el 9 de abril de este año, a los pocos meses de salir de prisión después de la anulación de la doctrina Parot, a la que colocó un objeto en la sien para impedir que se moviese y de taparle al boca para que no gritase.
El acusado huyó del lugar al acudir en su ayuda el hijo de la víctima y, según el escrito de la Fiscalía, «consciente de sus actos y con el fin de procurar no ser descubierto, procedió a simular la perforación de un billete de autobús que salía de Lugo a las 13,15 horas».
Tras salir de la cárcel y antes del asalto se fue a vivir con sus padres en la parroquia de San Martín de Ferreiros, en el municipio lucense de Pol.