No hace falta hablar de edad si la autora tiene una gran pericia escribiendo. Así ocurre con Julia Caso quien, además de como escritora, ejerce como maestra de primaria. Una vocación que le ha inspirado a escribir y publicar por primera primera vez sobre la adolescencia y los miedos que escoltan esta etapa.
Amén de Vacío en el nido, la joven asturiana vierte sus inquietudes de diferentes formas, como la poesía, a través de su blog personal ‘Abre tu jaula y vuela’.
«Para mi escribir es terapéutico, es un momento en el que te sumerges de lleno en la vida de tus personajes, la tuya deja de existir durante el tiempo que estas escribiendo».
Su aparición en la estela narrativa ha surgido gracias a este libro cuyo génesis es el acoso escolar que se entreteje, a su vez, con una trama llena de suspense. Un argumento minucioso y lleno de detalles que gira en torno a la desaparición de Alexia, la protagonista, recién llegada a la ciudad de Agripa.
«Las familias de las víctimas, la de los acosadores o el resto de los compañeros que se callan y actúan con pasividad, tardan en ver las señales de que algo no va bien. Normalmente los niños y más los adolescentes llegan a casa y no cuentan si han tenido algún problema, a muchos les da vergüenza y prefieren mentir. Creo que todos deberíamos estar más atentos a los cambios de conducta a estas edades».
Pero para dar con el germen de esta situación, Julia Caso introduce al lector en los días anteriores vividos por Alexia a través de un narrador en primera persona. Se desvelarán las calamidades por las que el personaje principal ha estado pasando: un continuo asedio por parte de algunas compañeras de instituto que se convierte en una lucha constante por sobrevivir en un ambiente hostil.
«Deberíamos trabajar la escucha activa para anticipar o prevenir los casos de acoso escolar y ser más firmes en cuantos a las medidas a aplicar. Involucrar más a las familias en la vida educativa de sus hijos también puede ser positivo, creo que fortalecería las relaciones y facilitaría la comunicación».
¿Sigue Alexia viva? ¿Quién se la ha podido llevar? A través del personaje de Santi, su hermano, se irán descodificando estos interrogantes, paralelamente a la historia que nos cuenta Alexia sobre su vida en el instituto. Este coprotagonista expondrá información sucesiva del caso de la desaparición de su hermana mediante una crónica intrigante.
«Creo que los prejuicios son nuestros temores. Somos más duros con los errores que más miedo nos da cometer nosotros. Si nos alejamos de esos actos le mandamos al mundo el mensaje de que no apoyamos esas conductas y así nos sentimos un poco más aceptados en una sociedad que quiere ser correcta».
Lo que hace de Vacío en el nido una novela cautivadora es el uso de diálogos que conforman la estructura narrativa del libro así como el tratamiento psicológico en profundidad de sus personajes. Pero adicionalmente, su argumento está lleno de matices cautivadores y vertidos a goteo para suscitar mayor interés. Una fórmula idónea para quedar atrapado en una historia que invita a realizar una introspección sobre la conducta social ante el acoso escolar y sus terribles efectos.
Hacen falta novelas de esta calidad que generen mejores lectores, pero que también humanicen. Julia Caso aúna estos dos factores a lo largo de su libro, lo que lo convierte en una obra necesaria y enriquecedora.