OVIEDO, 24 Sep. (EUROPA PRESS) Agentes de la Policía Nacional detuvieron a un joven que había entrado en un bar por el procedimiento del ‘alcantarillazo’ en la calle Gil de Blas y había forzado la caja registradora. En el momento de la detención el hombre estaba borracho.
El suceso se produjo de madrugada, cuando los agentes observaron una cristalera de un bar rota. El delincuente se había apoderado previamente de una alcantarilla del servicio público y la arrojo con fuerza contra los cristales. Por el hueco accedió al establecimiento, según ha informado la Policía a través de una nota de prensa.
Al bajarse del coche los policías, observaron que había una persona en el interior del bar y que se escondía detras de la barra.
No tuvieron muchas dificultades en detenerlo pues se encontraba bastante bebido.
Después de apoderarse del dinero, ya que se le encontró una bolsa con 209 monedas de distinto valor y 180 euros en billetes escondidos en uno de los calcetines que llevaba puestos, se había bebido varias botellas de licor por lo que se encontraba en un estado «que apenas podía mantenerse en pie».
En el cacheo se le intervino un destornillador grande con el que había forzado la máquina registradora. También se le atribuyó un delito de daños pues había tirado al suelo una pantalla táctil que quedó destrozada.
Se trata de un joven marroquí de 20 años y que consta en su historial varias detenciones, algunas cuando todavía era menor durante los años 2011, 2012 y 2013. Fue trasladado a Comisaría donde se negó a declarar una vez que se le hubieron pasado los efectos del alcohol. Antes de ingresar en los calabozos fue preciso trasladarle a un centro sanitario para que le atendieran.