La cama es uno de los principales elementos de una casa, el que nos permite el descanso, un mueble por tanto no solo decorativo, sino que cumple una función vital con respecto a nuestra salud. Es, a su vez, donde se focalizan todas las miradas al entrar al dormitorio, y en este artículo vamos a centrarnos en su función más estética, analizando los distintos tipos de cabeceros que podemos encontrar para nuestra cama.
Y es que, aunque en un principio pudiéramos pensar que no son prácticos, que hacen más pequeña la habitación visualmente, los especialistas aseguran que no nos debemos deshacer de este elemento tan tradicional en los dormitorios, entre otros motivos por que evita que nos golpeemos nuestra cabeza contra la pared o que la ensuciemos con el continuo roce de manos y cuero cabelludo, además de servir como aislante pues evita que el frío o los días de sol sobre la pared nos llegue a nuestras cabezas, y por supuesto la eficacia de un cabecero como elemento estético.
Al igual que ocurre con el resto de componentes decorativos de nuestras viviendas, los cabeceros han ido transformando para adoptar nuevos estilos y seguir con las tendencias que marca el diseño de interior.
Tipos de cabeceros de cama
Al ser una pieza clave en el dormitorio, el elemento que acompaña y complementa al más voluminoso e importante, la cama, debemos elegir con acierto un buen cabecero que resalte y refuerce ese protagonismo.
Un cabecero de cama bien elegido es capaz por sí solo de decorar la pared principal del dormitorio. Hoy en día, el abanico de posibilidades donde elegir es inmenso, solo tienes que echarle un vistazo a los Cabeceros para cama de topdormitorios, donde encontrarás cabeceros tapizados, cabeceros polipiel, cabeceros de tela, entre otros muchos. Vamos a ver a continuación las infinitas posibilidades existentes, seguro que hay para todos los gustos y todos los dormitorios posibles.
Cabeceros textiles
Entre los cabeceros de cama textiles, podemos seleccionar los cabeceros tapizados y los tapices.
En los cabeceros tapizados existe una estructura sólida cubierta por un elemento textil, lo que nos ofrece infinitas posibilidades de combinaciones que permiten adaptarlos a cualquier estilo: moderno, sofisticado, elegante…
Los tapices, en cambio, no tienen estructura sólida y suelen colgar de la pared. Son muy decorativos y vistosos e ideales para dormitorios pequeños, pues no nos roban ningún espacio. Si además han sido confeccionados artesanalmente, pueden ser considerados una auténtica obra de arte, como los realizados utilizando las técnicas de crochet, ganchillo o punto.
Cabeceros de cama de obra
Los cabeceros de obra son aquellos que se integran o superponen a la pared y hace que podamos incorporarles distintas funcionalidades, integrando la mesita de noche, por ejemplo. Pueden estar elaborados en distintos materiales, como el ladrillo, el hormigón o el pladur, y pueden ser revestidos o pintados para conseguir distintos acabados. El principal inconveniente es que es un elemento fijo y cambiarlo o sustituirlo es costoso, pues implica tener que volver a realizar obra si con el tiempo deseamos otro estilo.
Cabeceros de madera
Los cabeceros de madera son los más tradicionales, y a su vez los más versátiles, siguen siendo lo que nos aportan una mayor calidez en el dormitorio. Dependiendo de la madera elegida y del tratamiento que se le dé, los resultados serán muy diversos, desde el rústico hasta los más vanguardistas.
Si además somos unos manitas, tenemos la posibilidad de adquirir los materiales por un precio económico y convertirlos en un cabecero a nuestro propio gusto y criterio. Además, hay muchos elementos antiguos que puede reutilizarse como cabecero como, por ejemplo, una puerta antigua.
Cabeceros de cama de forja y metal
Los cabeceros de cama de forja, latón o aluminio entran también a formar parte del grupo de los clásicos. La gran variedad de diseños, al igual que ocurre con los de madera, nos permite adaptarlos a cualquier estilo de hogar que queramos conseguir.
Además de los de clásicos, en el mercado existen muchas opciones más atrevidas, en tonos vibrantes que les encantan a los niños, y no tan niños. Son una alternativa muy interesante para darle un aire moderno a un dormitorio juvenil.
Cabeceros DIY originales
Queremos dejar un apartado especial para los cabeceros más originales, aquellos de fabricación propia y que se suman a las corrientes DIY, do it yourself o hazlo tú mismo, y que requieren de ciertas dosis de creatividad, pero con los que se consiguen resultados realmente sorprendentes.
Generalmente son económicas en cuanto a materiales, pero requieren de tiempo, dedicación y esfuerzo. Suelen utilizar para su elaboración adhesivos, pinturas y otros materiales de uso cotidiano.
Con la pintura, por ejemplo, podemos crear un gran mural, pero también podemos hacer cosas más sencillas utilizando el vinilo, un material que puede pegarse y despegarse con cierta facilidad y que nos permite rectificar errores.
Hay quienes optan por realizar sus cabeceros en corcho y adornarlos con recuerdos a través de fotografías. Las posibilidades aquí, como podemos ver, solo las que nos permiten nuestra imaginación y nuestras destrezas manuales, aunque hay opciones para distintos niveles de dificultad e internet esta lleno de ideas y videotutoriales con los que conseguir verdaderas obras de arte.