Un gran error en el que recaen muchas personas que se lanzan a cambiar la decoración de su hogar es ir en busca de lo recargado en detalles. Colocar muebles y elementos decorativos aquí y allá no hace que el conjunto sea más atractivo visualmente y que la comodidad sea mayor, de hecho, puede causar un efecto contrario.
En los últimos años se ha estado observando un cambio de tendencia que apunta también a un cambio de mentalidad bastante claro. Corrientes como el minimalismo, el uso de formas simples y de colores claros son cosas que están dejando muy claro que la idea no está en cuánto poner, sino en cómo ponerlo.
Elementos como las puertas correderas han ido ganando terreno en la nuevas formas de redistribuir el hogar. El uso de estanterías sencillas, la eliminación de alfombras y de cuadros por todas las paredes o hasta la utilización de canapés en las habitaciones. La clave ahora es aprovechar al máximo el espacio de forma práctica para dejar que la sensación constante sea la de amplitud.
Y no nos referimos a recargar cada pequeño rincón con cosas útiles, sino a saber escoger bien qué poner y dónde ponerlo sin acompañarlo de nada más. Hay que dejar espacio, reforzar la sensación de que la vivienda es grande, es algo que derrocha comodidad y un lugar por el que puedes moverte sin problemas.
El aprovechamiento del espacio es algo que se ha acentuado aún más en los últimos años debido a las reducidas dimensiones de muchos inmuebles; pero lo cierto es que incluso en las casas más grandes se está empezando a sacar provecho de esta máxima para conseguir resultados que son espectaculares. El cómo y el porqué es algo que vamos a explicar más abajo.
Minimalismo en el hogar, una nueva corriente
Puedes hacer reformas para tirar tabiques, para cambiar las ventanas y las puertas si lo deseas; pero seguramente empezarás a hacerlo con el fin de ganar espacio y no tener la sensación de que puede tropezar con algo mientras caminas por el pasillo o te mueves por el salón.
La idea del minimalismo parte de las mismas bases que hemos estado explicando antes. Su secreto es que se puede transmitir más con menos, y lo cierto es que es algo que demuestra con total facilidad. El hogar parece mucho más grande, cada sala puede ganar bastantes metros no solo de forma real, sino también transmitir la sensación de que, en efecto, es mucho más de lo que aparenta.
De hecho, acudir a esta corriente para aprovechar mejor los espacios es algo que ayuda muchísimo a disfrutar mejor de la luz natural. No hay nada como los rayos de sol para mostrar la grandeza de una vivienda sin tener que recurrir a espejos ni otros trucos, como por ejemplo el uso del color.
Formas geométricas sencillas. Rectángulos, cuadrados o incluso circunferencias; pero nunca recargando cada pared ni cada palmo de suelo. Mesas sin centros de flores, estanterías colocadas estratégicamente para llevar sola y únicamente lo fundamental. La idea es siempre saber sacar partido de cada centímetro para lanzar una buena imagen, pero también para evitar la saturación.
Se puede hacer, aunque parezca imposible. Puedes aprovechar de una forma sobresaliente todos y cada uno de los espacios de tu casa sin tener que renunciar al estilo, ni tampoco al enfoque práctico. Ya te hemos explicado que puedes cambiar las puertas por unas correderas para ganar bastante, modificar tabiques o incluso cambiar las ventanas.
Vidrieras que dejen entrar mucha luz del sol, eliminar esas antiguas cortinas grandes, voluminosas y excesivas. La reducción al mínimo es la nueva forma de distribuir toda la decoración y el mobiliario del hogar, y te aseguramos que los resultados te pueden sorprender gratamente.
Tu casa puede convertirse en otra completamente diferente si tú también sacas partido de esta corriente tanto estética como funcional. Solo necesitas “cambiar el chip” y ponerte manos a la obra, verás cómo acabas disfrutando mucho más de esa vivienda que tanto da de sí.