Muchos ciudadanos españoles hacen malabares todos los meses para lograr “estirar” el salario que ganan. Y es que el salario mínimo en algunas comunidades autónomas alcanza para vivir, pero en otras, lamentablemente se evapora en un abrir y cerrar de ojos con gastos de primera necesidad como la renta, la luz, el teléfono, el internet y la comida.
Es entonces cuando surge la interrogante, somos ¿mileuristas o supervivientes?
La realidad no se puede ocultar, muchos españoles no viven, sino que sobreviven con el sueldo que cobran. Sobre todo, si residen en comunidades como Madrid o Barcelona donde un alquiler de un piso ronda ya los 900 euros.
Sin embargo, de acuerdo con datos aportados por Eurostar, en el ranking general, España se sitúa en el octavo país en tener el mayor Salario Mínimo Interprofesional, de los 27 países estudiados. Ello quiere decir, que, a pesar de todo, el salario mínimo en España se ubica en buena posición comparado con otros países de Europa como: Malta, Grecia, Portugal, Turquía, Estonia, Polonia, Croacia, Eslovaquia, Lituania, Letonia, República Checa, Hungría, Montenegro, Rumania, Serbia, República de Macedonia, Bulgaria y Albania.
Lo que sí no puede negarse es que, a pesar de ello, la tasa de paro sigue siendo descomunal, no sólo en Asturias, sino en el resto de España, el mercado laboral español sigue siendo frágil y precario, y, en consecuencia, los salarios siguen siendo menguantes. Es decir, aunque un salario mínimo roce los 1000 euros, no da para vivir cómodo, sino para, a duras penas, subsistir.
Además, de acuerdo con cifras oficiales, alrededor de un 10% de trabajadores, ganan un salario que no alcanza ni para atender el gasto medio en alimentación de un hogar, que supone un desembolso de, al menos, unos 350 euros al mes.
Por ello, el salario mínimo en España – a pesar de la subida que ha llevado a cabo el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez – es uno de los principales debates del mercado laboral actualmente. Está presente en la agenda política, en los debates de la radio o la televisión, en los periódicos y en cualquier conversación ordinaria del día a día.
Eso sin mencionar que en los últimos tiempos los trabajadores autónomos han vivido varias reformas en sus sistemas, que han trastocado gravemente su calidad de vida. Según una encuesta reciente del año 2018, 3 de cada 4 españoles consideran precaria –mala o muy mala- la situación de los autónomos y sólo 8% de los encuestados opina que la situación del autónomo nacional es buena.
En resumen, una gran cantidad de españoles hoy en día trabaja para, a duras penas, sobrevivir y siguen esperando reformas económicas y salariales que les permitan tener una vida más tranquila, con un presupuesto más holgado y sin tantas preocupaciones. Por lo tanto, la respuesta a la pregunta inicial, hoy por hoy, podría decirse que gran cantidad de ciudadanos no son mileuristas sino supervivientes.
Por: Soraya Andreina Pérez