(dpa) – Hoy en día todas las laptops son livianas y delgadas, y por eso lo habitual es que prácticamente ninguna tenga ya un lector de DVD. ¿Por qué? Porque ya casi no hay laptops que tengan más de dos centímetros de espesor, y eso hace imposible incluir un lector.
Prescindir de este tipo de lectores permite un formato que ocupa mucho menos espacio y, además, resulta bastante más liviano. Hasta la laptop más grande del mercado suele pesar poco más de dos kilos.
Si un usuario precisa tener acceso a materiales visuales o en formato DVD, será muy fácil conseguir un lector externo y conectarlo a través del puerto USB a cualquier portátil. En Europa se consiguen por no más de 20 euros (unos 23 dólares).