La abogacía es una profesión que permite la especialización en diferentes áreas. En la actualidad, estos son los tipos de abogados en Málaga más comunes, dada la actual demanda por parte de los españoles.
Derecho penal: un abogado penalista es aquel que se especializa en la defensa de personas que han cometido delitos del tipo económicos, administrativos o políticos, contra la salud pública, contra el patrimonio, delitos contra el honor o la propiedad intelectual, delitos de tráfico o sexuales, entre otros. Una de las especialidades más comunes hoy día, dada la creciente demanda por parte de la sociedad española.
Un abogado en Málaga especializado en Derecho inmobiliario es el profesional que ofrece asesoramiento jurídico y legal de promociones inmobiliarias. Una especialidad muy solicitada sobre todo en zonas muy turísticas (como sucede en la Costa del Sol), que son las más sufridas en cuanto a la subida de precio en alquileres o venta de propiedades inmobiliarias, aprovechándose de la elevada demanda por parte de turistas extranjeros. El derecho inmobiliario se ocupa de cuestiones relacionadas con arrendamientos o compra-venta de inmuebles, derecho hipotecario, desahucios, fiscalidad inmobiliaria o resolución de contratos.
Derecho procesal: en todo lo relacionado con recursos de casación o amparo, arbitrajes, litigación nacional o internacional y ejecución de títulos.
Especialidad en derecho civil, como su nombre indica, ofrece asistencia sobre procemientos civiles (herencias , reclamación de deudas, sucesiones, constitución de sociedades, etc.)
Abogado laboralista o especializado en derecho laboral es el encargado de asesorar y guiar en cuanto a cuestiones de despidos, reclamaciones, expedientes de empleo, accidentes de trabajo, jubilación, invalides o mobbing, entre otros.
Derecho de familia es el que se centra en separaciones, nuladidades matrimoniales, divorcios, custodia de menores, régimen de visitas, pensiones compensatorios o convenios reguladores.
Y finalmente, la especialización en derecho mercantil, son aquellos que se ocupan sobre concursos de acreedores, constitución de sociedades, contratos mercantiles, reestructuración de empresas o cuestiones accionistas en las juntas.