(dpa) – ¿No le alcanza a su hijo o hija la mesada (la paga) que le da? ¿Le faltan útiles escolares en la mochila? ¿Llega a casa con la ropa desgarrada en más de una ocasión? Todo eso, sumado a moretones, dolores frecuentes de cabeza y estómago y falta de motivación pueden ser señales de alerta que indiquen que el niño está siendo víctima de mobbing (acoso) en la escuela, advierten los expertos.
Los niños afectados en general ya no tienen ganas de ir al colegio. La alegría que irradiaban antes se esfuma y de repente ya no tienen ambición. Si los padres detectan este tipo de comportamiento, deberían primero hablar con el niño y hacerle preguntas muy concretas, antes de solicitar la intervención de la Policía o de un abogado o de hablar con trabajadores sociales, educadores, maestros y la dirección de la escuela.