Berlín, 23 feb (dpa) – Cuando artistas de Berlín pintan una Gioconda, naturalmente debe ser más grande que el original que se exhibe en el Museo del Louvre, y por eso la nueva copia de la obra de Leonardo da Vinci (1452-1519) mide más de 16 metros de alto y 11 de ancho, pero en su inauguración necesitó un lifting facial.
El mural fue realizado directamente frente a los restos del Muro de Berlín pintados de la East Side Gallery, en el barrio de Friedrichshain, y no pasa desapercibido.
Los artistas berlineses notaron de inmediato que la misteriosa sonrisa de la Mona Lisa tiene sus trampas: la primera versión del gigantesco mural lucía como si estuviera saboreando un caramelo.
Por eso, el andamio que habían desmantelado en horas de la mañana debió ser rearmado velozmente poco después para que los artistas le hicieran un lifting facial de urgencia: con pinceles y colores, le mejoraron el aspecto de la mejilla.
El gigantesco retrato de la Mona Lisa fue pintado sobre la pared de un hotel berlinés por el colectivo artístico local Die Dixons junto con los artistas Tank, Weisse Seite y Fix77.
El mural, de 170 metros cuadrados, aspira a ser la copia de La Gioconda más grande del mundo, los artistas ya solicitaron entrar en el libro de los récords.