Bruselas, 18 ene (dpa) – La Comisión Europea aprobó hoy la compra de la división de nailon de la firma belga Solvay por parte del gigante alemán BASF, pero la condicionó a que la primera venda parte de sus actividades para evitar que la germana adquiera una posición dominante en el sector que afecte a la competencia.
El nailon se utiliza en la fabricación de productos muy diversos, no solo en textiles y tapizados sino también en componentes de la automoción, resaltó la comisión el pasado mes de junio cuando inició una investigación sobre la fusión.
También entonces la UE subrayó que la compañía con sede en Bruselas es la única firma Europa que participa en todos los eslabones de la cadena de producción de nailon.
Por su parte, los procesos de producción de BASF son similares con una importante excepción: No produce una materia clave, un derivado del petróleo denominado adiponitrilo, o ADN.
La comisión concluyó que la adquisición podría resultar en la disminución del número de proveedores de adiponitrilo y otros productos en el mercado europeo.
Esto daría a la compañía resultante de la fusión la opción de incrementar los precios de sus productos así como de restringir el acceso de materias clave como el citado ADN a sus competidores.
Para evitarlo, la Comisión, organismo de vigilancia de competencia de la Unión Europea, exigió a Solvay la venta a un único comprador de sus instalaciones en Francia, Polonia y España que producen componentes industriales de nailon. También estableció otras condiciones para la actividad cedida.
«Nuestra decisión permitirá la creación de un actor europeo clave en el mercado», afirmó Margrethe Vestager, Comisaria de Competencia de la UE.
Las medidas que Solvay y BASF se ofrecieron a llevar a cabo «aseguran que la fusión no conlleve un aumento de precios ni una disminución de la competencia y en última instancia no perjudique a los consumidores», añadió.