(dpa) – ¿Es cierto que el pan negro es más saludable que el blanco? ¿Y que cenar mucho engorda? ¿Y que el azúcar blanca hace mal? Existen muchísimas máximas en materia de alimentación. Algunas son ciertas, otras podría decirse que están más bien de moda. El origen de todo mito suele ser la incertidumbre cuando nos surgen algunas preguntas. ¿Se pude comer la cáscara del queso? Ya allí podríamos responder con algo que al poco tiempo otros repetirán. ¿Pero qué hay de cierto en todo esto? Repasemos algunas «verdades» de la calle:
– ¿El pan negro es más saludable? A la hora de comer pan, pastas, arroz o cualquier producto con harina, lo mejor que pudes hacer es elegir la opción integral. «Los alimentos integrales satisfacen por más tiempo y aportan más nutrientes que los productos hechos en base a harinas blancas», explica la nutricionista Silke Restemeyer. Por supuesto, no todo pan más oscuro es integral. «Es necesario prestar atención, porque los panificados también pueden oscurecerse añadiéndoles extracto de malta», advierte la experta.
– ¿El café le quita líquido al cuerpo? «Nunca está de más beber un vaso de agua cuando uno bebe café», apunta Restemeyer, «pero no es necesario». El café pasa a formar parte del balance general de líquidos en el cuerpo. La nutricionista recomienda que un adulto sin mayor actividad física beba unos 2,5 litros por día.
– ¿La mayor parte de vitaminas está en la cáscara de frutas y verduras? Sí, ¡es así! Casi todas las vitaminas y las sustancias vegetales secundarias se encuentran directamente en o debajo de la cáscara, «por eso es tan importante poder disfrutar de frutas y verduras sin pelarlas». Según Restemeyer, los beneficios de comer con cáscara son mucho mayores que los perjuicios que podrían traer aparejados los pesticidas.
– ¿Es malo recalentar la espinaca? Es una máxima muy antigua, que seguramente surgió en épocas en las que no existía la nevera. En principio, el problema no se da tanto al recalentar esta verdura, sino al enfriarla lentamente. Si la espinaca hervida se enfría de a poco, las bacterias transforman el nitrato, que no es nocivo, en nitrito, no muy saludable.
– ¿Los alimentos congelados nunca vencen? Esto no es tan cierto. «Congelar es un método muy recomendable de conservación», comenta Restemeyer, ya que colocar los alimentos a temperaturas de unos 18 grados bajo cero permite conservar los nutrientes, el sabor y el aspecto. Sin embargo, con el tiempo se producen procesos de deterioro. La nutricionista recomienda colocar la fecha y el contenido de lo que guardamos para tener un mejor panorama de lo que tenemos.
– ¿Se puede comer la cáscara del queso? Depende. Lo decisivo es cómo se generó esa cáscara. Los quesos que tuvieron un proceso de maduración natural no deberían representar ningún problema, mientras que las cáscaras artificiales, de cera, no deberían ser ingeridas. Puede que algunos quesos consignen qué tipo de cáscara ofrecen en el paquete.
– ¿Cenar engorda? «Si uno ingiere muchas calorías, engorda. Si uno ingiere muy pocas calorías, adelgaza», es una máxima bastante clara, apunta Monika Bischoff. Para la gente sana que se encuentra dentro de un grupo de peso normal resulta irrelevante cuándo comer. «Pero si uno quiere adelgazar, no está de más no cenar. A muchos les resulta más fácil renunciar a una comida por la noche que por la mañana», apunta la experta consultada.
Por Paulin Sickmann (dpa)