Madrid, 13 nov (dpa) – Se firmó la paz entre el seleccionador español del fútbol, Luis Enrique, y el lateral zurdo Jordi Alba, una calma que ambos escenificaron ante las cámaras y con la que pretendieron cerrar largas semanas de rumores sobre supuestos desencuentros.
Fue el 1 de julio cuando Alba disputó el partido de octavos de final del Mundial ante Rusia. Entonces no podía imaginar varias cosas: que sería el último del torneo para los españoles, que Luis Enrique se convertiría en el nuevo seleccionador en unas semanas y que él desaparecería del equipo nacional.
Todo eso sucedió. Desde su llegada, Luis Enrique ofreció sensación de normalidad en casi todo e incluso modificó su conocido carácter áspero para ofrecer cordialidad. Lo que no pudo hacer fue ocultar que algo sucedía con Alba.
La historia del desencuentro arranca en la temporada 2016/17, la tercera y última del técnico en el Barcelona. Entonces, y contra todo pronóstico, Alba comenzó a desaparecer del equipo titular sin demasiadas explicaciones.
«Entiendo que hay otros mejores, simplemente», explicaba entonces Luis Enrique en una de las muchas incendiarias ruedas de prensa que dio como entrenador azulgrana. Y el habitualmente expansivo Alba prefirió callar.
Luis Enrique salió del Barcelona, llegó Ernesto Valverde en su lugar y una de las primeras declaraciones de Alba fue: «Seguro que mejor que con Luis Enrique me irá. No he tenido los minutos que quería, pero espero que me vaya mejor».
Le fue mejor, desde luego, pues el lateral izquierdo del Barcelona jugó una temporada espectacular en el primer año de Valverde y la nueva campaña, la presente, la comenzó de manera similar. Pero Luis Enrique no lo incluyó en sus dos primeras listas.
Sí lo hizo en la última, atendiendo a un clamor popular. Ni Marcos Alonso -ausente en la nueva convocatoria- ni José Luis Gayá lograron minimizar el recuerdo de Alba. Más bien al contrario. El jugador del Barcelona regresó a una lista y los dos implicados decidieron aplicar un rango de normalidad a la excepcionalidad.
Primero, Luis Enrique negó que existiera nada personal cuando presentó la nueva convocatoria y habló maravillas del jugador. Hasta llegó a decir que si volviera a ser futbolista le gustaría parecerse a Alba, no sin cierto humor.
Luego, se dieron un abrazo el lunes a la llegada de Alba a la Ciudad el Fútbol de Las Rozas para iniciar la concentración, acontecimiento que captaron las cámaras y que la Federación Española se apresuró a difundir.
Y hoy se celebró la primera rueda de prensa durante la concentración española y el elegido para hablar ante los medios no fue otro que Alba.
«Nunca ha pasado nada entre él y yo, nunca hemos discutido. Me conoce personalmente, yo también a él. Vengo con mucha ilusión de hacer las cosas bien. Por suerte estoy aquí para intentar ayudar al máximo», manifestó.
En otro momento, le recordaron sus palabras sobre la llegada de Valverde y Alba encontró la habitual salida en estos casos: «Se sacó de contexto».
Lo único que se sabe con certeza es que Luis Enrique rectificó y que Alba está encantado de regresar a la selección española. Nadie en el equipo nacional parece interesado en sostener polémicas innecesaria. Comenzando por el seleccionador.
Por Alberto Bravo (dpa)