Washington, 6 nov (dpa) – Esta vez las encuestadoras no se equivocaron y los republicanos de Donald Trump perdieron la mayoría en la Cámara de Representantes, aunque mantuvieron la del Senado tras las elecciones de medio mandato del martes en Estados Unidos.
El resultado dejó un Congreso dividido, en el que los demócratas volverán a controlar a partir del próximo año la cámara baja, después de ocho años de hegemonía republicana. ¿Qué representa esto para el presidente Trump?
PROCESO DE DESTITUCIÓN: La Constitución de Estados Unidos le otorga derechos y deberes a ambas cámaras. Con su mayoría en la Cámara de Representantes los demócratas podrían, por ejemplo, iniciar un proceso de destitución («impeachment») contra Trump. De todas formas, el Senado debería aprobarlo con una mayoría de dos tercios, prácticamente imposible en la futura constelación.
INVESTIGACIONES: Los demócratas podrían abrir diversas investigaciones contra Trump en la cámara baja, citar a testigos y exigir documentos. Estas indagaciones podrían ser incómodas para el presidente, si por ejemplo giran en torno a su declaración impositiva, la financiación de la campaña de 2016 o la presunta injerencia rusa en esos comicios. El tema parece ser sensible para la Casa Blanca, según dejó entrever la portavoz Sarah Sanders, quien al inicio de la jornada electoral recomendó a los demócratas no perder tiempo con investigaciones.
POLÍTICA DE BLOQUEO: Una mayoría demócrata podría bloquear también la aprobación de leyes o pedirle al presidente que rinda cuenta de sus acciones. De todos modos, esto se podría dar si los demócratas votan como bloque unido, algo que no ocurrirá necesariamente en todos los casos. Entre los demócratas hay diferencias en torno a leyes sobre temas agrícolas o sobre el control de armas.
Una política de bloqueo también conlleva riesgos. Si no se logra avanzar en ningún tema, Trump podría responsabilizar a los demócratas de esto, en una etapa que servirá como campaña para los comicios presidenciales de 2020. Además, Trump – al igual que su antecesor Barack Obama – podría imponer sus planes al Congreso por decreto. De todas formas, en este caso su sucesor podría revertirlos fácilmente a través de una orden ejecutiva, tal como hizo Trump con varias políticas de Obama.
COOPERACIÓN: Un Congreso dividido podría ofrecer una oportunidad tanto a los republicanos como a los demócratas de trabajar en temas de forma conjunta, como reducir los costos de medicamentos o renovar la infraestructura del país.