Se entienden por trabajos verticales aquellos en los que se realizan acciones por personas y en donde ellas pueden estar sujetas por cuerdas, cables y otros dispositivos que evitan que estas personas caígan al suelo aunque estén suspendidas en el aire.
Para este tipo de trabajos se hace uso de elementos estáticos de seguridad, elementos dinámicos y dispositivos de protección individual. Existen muchos sectores en los que son necesarios los trabajos verticales, si bien la mayoría de ellos están asociadas a la construcción y las infraestructuras: centrales eléctricas y presas, obra civil y pública, acabados y mantenimiento, rehabilitación de equipos, montajes en altura…
En España existe una importante asociación profesional de empresas que vela por la seguridad de los trabajadores y por el futuro del sector. Esta asociación se llama ANETVA, Asociación Nacional de Empresas de Trabajos Verticales en Altura. A nivel continental, ANETVA es integrante de ECRA, la entidad europea de trabajos en altura.
En nuestro país, los trabajos verticales están regulados por varias normativas estatales y la ley exige a los operarios disponer de una cualificación mínima para trabajar con seguridad, aunque, por determinadas circunstancias, muy a menudo se cometen errores en este tipo de tareas.
Os mostramos a continuación las principales acciones a evitar en el campo de los trabajos en altura.
Trabajar con una sola cuerda, situación a evitar
En trabajos verticales y actividades deportivas que se realizan de manera suspendida, una de las prácticas a evitar es trabajar con una sola cuerda. Por ley, en la actividad profesional, es obligatorio usar de manera sistemática dos cuerdas, una como medio de acceso y otra como sistema de seguridad.
Así lo regula la Directiva 2001/45/CE, traspuesta a la legislación española en el RD 2177/2004. Únicamente se admite como excepción aquellas circunstancias excepcionales en las que la segunda cuerda haga más peligroso el trabajo, pero siempre que se justifiquen razones técnicas para usar una sola cuerda.
Elegir una protección anti roce equivocada
Una segunda actividad a tener en cuenta es la elección del corte de cuerda, que es el punto más crítico de la cadena de seguridad. En este punto, elegir una protección anti roce inadecuada puede tener como consecuencia accidentes de gravedad.
IRATA, otra asociación profesional que reúne a empresas especializadas en trabajos verticales, publicó hace unos años un informe con las conclusiones sobre el accidente que costó la vida a un joven técnico cuando trabajaba en una plataforma en alta mar. Uno de sus errores fue elegir mal esa protección anti roce y, por tanto, no maximizar la seguridad en los trabajos de altura. Por fortuna, la mayoría de empresas que realizan este tipo de trabajos, entre ellas Vertical Balear, que realiza trabajos verticales en Palma, imponen medidas de seguridad muy altas para reducir al máximo las posibilidades de accidentes.
La meteorología, cuidado con ella
Una vez más, la legislación y la normativa sirven para evitar acciones indebidas. La directiva europea que regula los trabajos verticales añade un punto en el que se deja claro que los trabajos temporales en altura solo podrán efectuarse cuando las condiciones meteorológicas no pongan en peligro la salud y la seguridad de los trabajadores.
Y es que las temperaturas extremas, la lluvia y, especialmente el viento, pueden poner en peligro la seguridad de los trabajadores expuestos a estas condiciones. Desde la Asociación Eólica Española (AEE) se establece una velocidad máxima para realizar trabajos verticales en aerogeneradores de 12 m/s, unos 44 kilómetros por hora.
En verano, es importante planificar la jornada de los trabajadores en altura para que la mayor parte del tiempo en suspensión disfruten de sombra, pues el calor puede producir mareos, y de ahí puede ocurrir un grave accidente.
Comprobar en todo momento la seguridad de los anclajes
Este error es muy común especialmente en trabajadores experimentados, que creen que dominan la situación. La comprobación de los sistemas de seguridad debe hacerse por la mañana o al inicio del trabajo, antes de colgarse por primera vez, y repetir la misma operación cada vez que alguien se cuelgue en suspensión.
Estas tareas deben ser repetidas de manera constante y hacer lo propio con los compañeros, lo que en inglés se conoce como Buddy Check, pues esto permite detectar errores entre compañeros. Las comprobaciones mínimas incluyen: arnés, mosquetones, casco y otros dispositivos de seguridad.