Colonia (Alemania), 12 oct (dpa) – Una exposición en Colonia, en el oeste de Alemania, ofrece una mirada crítica sobre lo que ocurre entre los bastidores de la industria textil mundial.
La muestra «Fast Fashion: El lado oscuro de la moda», en el Museo Rautenstrauch-Joest, enfrenta esta «fast fashion» (moda rápida) con el movimiento «slow fashion» (moda lenta), que busca una mayor sostenibilidad y que, por ejemplo, retoma viejas técnicas de tejido y teñido.
Una camiseta que no cuesta más de cinco euros en unos grandes almacenes recorre actualmente unos 40.000 kilómetros, declaró hoy el director del museo, Klaus Schneider. Además, la producción de un kilo de algodón requiere 11.000 litros de agua, señaló. Este sistema es inquietante, aunque el museo no se dedica a hacer acusaciones baratas, apuntó.
Según palabras de Susanne Laugwitz-Aulbach, responsable de cultura de Colonia, el espectáculo documenta un «desfile de incredulidad». Desde este viernes hasta el 24 de febrero, la exposición plantea incómodas preguntas como por ejemplo: «¿Cómo debemos comportarnos cuando se trata del lado oscuro de la moda?
Los organizadores de la feria también hacen referencia al importante papel de los «youtubers» en el sector de la moda. Constantemente elogian las nuevas prendas y presentan sus compras como «haul» (botín), lo que sugiere una cierta singularidad del producto.
En promedio, los consumidores occidentales poseen hoy en día cuatro veces más ropa que en 1980 y, según la información del museo, hasta 20 piezas de ropa cuelgan sin usar en el armario antes de ser desechadas. Sólo en Alemania se producen anualmente 1,2 millones de toneladas de ropa vieja. El otro lado de la moneda: más de la mitad de la población mundial depende de la ropa de segunda mano, comentaron los responsables de la muestra.