Con el fin del verano llega el esperado otoño. Los niños por fin vuelven al colegio y, los padres, aunque recuperan su rutina, también descansan un poco de los pequeños y de imaginar qué hacer con ellos durante toda la jornada.
En lo meteorológico, el cada vez más presente cambio climático amenaza con hacer desaparecer las estaciones más suaves, el otoño y la primavera, y convertir el clima en zonas templadas y mediterráneas como España una especie de territorio subtropical donde un inmenso verano y un invierno con lluvias torrenciales campen a sus anchas durante todo el año.
No obstante, octubre, y también noviembre y buena parte de diciembre, esto es, el otoño, es un momento ideal para dedicar nuestro tiempo de ocio a hacer rutas de senderismo y escapadas rurales. Los primeros altibajos de temperatura de esta estación llegan con el conocido veranillo de San Miguel, a finales de septiembre, días en los que el sol y el cielo despejado nos incita a salir a la calle y disfrutar de la naturaleza.
Sin embargo, los días en otoño, que se van acortando según nos acercamos a las fechas navideñas, obligan a organizar estas rutas con cierta cautela, controlando bien los planes y nunca descartar posibles chubascos.
Cualquier aficionado al trekking y el senderismo o los paseos por la naturaleza recomienda no salir al campo sin el equipamiento adecuado. En este sentido, en la tienda especializada Acampada y Senderismo encontramos todo tipo de productos y artículos que van desde sacos de dormir, brújulas, bastones de senderismo, encendedores e incluso material de primeros auxilios.
El material de primeros auxilios es importante y no mucha gente suele llevarlo en su mochila. El campo puede jugar malas pasadas, y siempre es posible sufrir un desvanecimiento, tener una caída o que algún insecto nos pique.
Conscientes de la afición al senderismo y a pasar tiempo en la naturaleza durante los meses otoñales: disfrutar de la berrea, ver la caída de las hojas de los árboles… aquí os mostramos algunos consejos para disfrutar de estos paseos.
Comprobar la previsión meteorológica
Ya lo hemos comentado, es la primera tarea. El otoño, a la primavera le ocurre algo similar, es una estación un tanto inestable en lo meteorológico, y lo que en principio puede suponerse un día soleado, se puede tornar lluvioso y frío en cualquier momento.
Por fortuna, las previsiones meteorológicas hoy en día son fiables casi al 100% y podemos confiar plenamiente en ellas.
Llevar ropa adecuada
Muy relacionado con el punto anterior. Aunque planeemos salir al campo en una jornada soleada, durante la jornada puede cambiar la climatología en cuestión de minutos, especialmente si subimos a cotas altas, terrenos en los que la niebla y la lluvia pueden jugar malas pasadas.
Por esta razón, para salir al campo no debemos coger las primeras prendas que tengamos en casa. El calzado es fundamental, sobre todo si hay previsión de lluvia. El equipamiento debe ser especígico para senderismo o montaña: calcetines especiales, camiseta térmica si va a hacer frío, chubasquero, ropa transpirable, etc.
Planear la ruta de antemano
Si bien en Acampada y Senderismo ofrecen entre otros productos brújulas, la realidad es que el mejor consejo para hacer una ruta sin riesgos es planearla previamente.
Pero no solo por el temor a perdernos, también por el aspecto meteorológico. Por agradable que se presente la jornada, si no se cononce el terreno nos exponemos a peligros desonocidos. Rutas demasiado escarpadas, zonas de desprendimientos, sendas en las que se puede hacer de noche…
Para evitar estas situaciones, todos los participantes de la ruta deben estar suficientemente en forma, planificar la ruta, buscar en internet o en centros de interpretación las direcciones a seguir y, siempre que sea posible, caminar por senderos señalizados.
Comida e hidratación
Por último, como el objetivo de esta actividad es disfrutar y la clave es pasar varias horas en plena naturaleza, no hay que olvidar llenar las cantimploras con agua o bebidas isotónicas para estar hidratado durante el día y comer de manera ligera pero suficiente para afrontar las largas caminatas. Frutas, frutos secos, un buen bocadillo y, si lo deseamos, algo de azúcar en forma de gominolas o chocolatinas, aunque estas últimas con moderación.