No mires atrás y céntrate en el presente, sé tú mismo sin que nada te condicione y sin dejarte llevar por la gente que te rodea.
Recuerda que desear ser otra persona es desperdiciar el talento y las oportunidades que Dios tiene para ti. Tú eres un ser maravilloso, sólo tienes que creer en ti.
Debilidad y confusión te tornan susceptible a engaños en el amor.