Estocolmo, 9 sep (dpa) – El partido de ultraderecha de los Demócratas de Suecia salió fortalecido hoy de las elecciones parlamentarias, mientras que los socialdemócratas del primer ministro Stefan Lofven registraron su peor resultado en más de 100 años pese a que fueron la fuerza más votada.
Los Demócratas de Suecia de Jimmi Akesson obtuvieron el 17,6 por ciento de los votos, el mejor resultado de su historia, y quedaron terceros, según los resultados oficiales, tras el escrutinio de casi la totalidad de los votos.
Las primeras proyecciones le habían dado más del 19 por ciento, lo que dejaba al partido contrario a la inmigración como el segundo más votado. En ese lugar, en cambio, quedó el conservador Partido Moderado, con 19,8 por ciento.
Los socialdemócratas, en cambio, registraron el peor resultado en más de 100 años al obtener el 28,3 por ciento, tres puntos porcentuales menos que la última elección.
Aún es incierto quién gobernará el país, ya que el bloque de izquierdas que conforma el partido de Lofven con el Partido Verde y el Partido de la Izquierda obtuvo en principio alrededor del 40,6 por ciento.
En tanto, la coalición de centroderecha Alianza, que incluye al Partido Moderado, el Partido del Centro, el Partido Popular Liberal y el de los Demócratas Cristianos, logró el 40,3 por ciento.
El principal problema es que ninguno de los bloques tradicionales quiere formar una coalición con los Demócratas de Suecia, cuestionado por sus fuertes raíces racistas.
En las últimas elecciones de 2014, la agrupación se había quedado con alrededor del 13 por ciento de los votos. Los sondeos previos a los comicios ya anticipaban un mejor resultado para el partido.
«Hemos fortalecido nuestro rol, tendremos una mayor influencia en el Parlamento», señaló Akesson en la noche de hoy ante sus partidarios.
El líder del partido ultraderechista dijo que invitará al líder del conservador Partido Moderado, Ulf Kistersson, a mantener conversaciones para intentar formar un Gobierno.
La crisis de refugiados de 2015 impactó también en Suecia que, al igual que Alemania, recibió a los refugiados de brazos abiertos. Pese a su floreciente economía y su bajo desempleo, el miedo a los inmigrantes creció en parte de la población.
Los comicios de hoy dieron un nuevo impulso a la deriva derechista que impregnó casi todas las elecciones en Europa tras la crisis de refugiados. Y los socialdemócratas volvieron a ser castigados, algo similar a lo ocurrido en Alemania, Italia o Austria.
Akesson, por su parte, ha sido un abierto crítico del Gobierno y de la oposición por sus políticas migratorias y abogó por que el país deje de aceptar una cuota de refugiados de la ONU. En un mitín el sábado, dijo que su partido era «la única garantía de una dura política migratoria».
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga, saludó los resultados en Suecia. «Suecia, cuna del multiculturalismo y modelo de la izquierda, finalmente decidió un cambio después de años de inmigración descontrolada», dijo en un comunicado.
«Ahora están diciendo ‘no’ a estos burócratas y especuladores europeos, ‘no’ a los ilegales, ‘no’ al extremismo islámico», añadió.
El primer ministro Lofven dijo hoy antes del cierre de las urnas que la elección era «un referéndum sobre el bienestar», advirtiendo así sobre los recortes de impuestos propuestos por la oposición de centroderecha.
«En esta elección se trata también de la decencia, y nosotros apoyamos la decencia», señaló, y aseguró que su partido no permitiría que los Demócratas de Suecia «determinen el futuro» del país.
Unos 7,3 millones de votantes estaban llamados a elegir 349 diputados del Parlamento, así como 20 asambleas regionales y otras 290 municipales.
Por Lennart Simonsson (dpa)