Río de Janeiro, 7 sep (dpa) – A sólo un mes de las elecciones presidenciales de Brasil, que se llevarán a cabo el 7 de octubre, el escenario electoral aparece incierto y particularmente complejo, al punto de que los dos candidatos que encabezan las encuestas podrían no participar de la contienda.
Luiz Inácio Lula da Silva, quien lideraba en todos los escenarios con casi un 40 por ciento de los votos, fue impedido de participar por un tribunal electoral debido a estar purgando una condena de prisión, mientras que Jair Bolsonaro, que tomó la delantera tras este episodio, fue atacado con un cuchillo el jueves y se encuentra hospitalizado.
Este es un resumen de la situación de los principales candidatos en disputa.
LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA: Líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), el ex mandatario de 72 años, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, era el gran favorito de todas las encuestas, con muchísima ventaja frente a los otros candidatos.
Sin embargo, es casi seguro que no podrá participar en las elecciones: El 1 de septiembre, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) prohibió su candidatura debido a que se encuentra condenado en segunda instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de la megacausa conocida como «Lava Jato».
Lula se encuentra preso desde el 7 de abril en la sureña ciudad de Curitiba y sin posibilidad de hacer campaña. A pesar de la prohibición del TSE, el PT todavía lo mantiene como su candidato aunque se presume que es inminente la elección de Fernando Haddad, su compañero de fórmula, como candidato principal.
FERNANDO HADDAD: Ministro de Educación durante el gobierno de Lula y alcalde de la populosa ciudad de Sao Paulo entre 2013 y 2016, Haddad será, casi con total certeza, el candidato del PT una vez que el partido reconozca la exclusión de su líder.
La gran incógnita es si, en caso de ser elegido, Haddad, de 55 años, podrá contar con los votos que eran de Lula. En el caso de que lo logre, sus posibilidades de triunfar son amplias. Pero, si no lo consigue, debido a que su nombre aún continúa siendo poco conocido para gran parte del electorado, es probable que ni llegue a la segunda vuelta.
Al contrario que Lula, quien nació en un ámbito rural y no llegó a recibir educación terciaria, Haddad es de Sao Paulo y desarrolló gran parte de su carrera en el ámbito académico. Es graduado en Filosofía, Economía y Ciencias Políticas.
JAIR BOLSONARO: Hasta este jueves, el diputado ultraderechista contaba con grandes posibilidades de avanzar a segunda vuelta, ya que, en la primera encuesta tras la exclusión de Lula, se encontraba en el primer lugar, con el 22 por ciento de las preferencias.
Sin embargo, el atentado que sufrió en la ciudad de Juiz de Fora puede perjudicar sus posibilidades, ya que Bolsonaro, de 63 años, fue sometido a una compleja operación que lo mantendrá al menos una semana en el hospital.
Antes de sufrir el ataque, la polémica había sido el motor de su crecimiento. Con ideas nacionalistas en la política y neoliberales en el ámbito económico, protagonizó variados escándalos durante los últimos meses y llegó a decir incluso que había que «fusilar» a los militantes del PT.
MARINA SILVA: A los 60 años, la representante del centrista partido «Rede» se presentará por tercera vez como candidata a la presidencia de Brasil, buscando volver a conseguir la fuerza con la que irrumpió en 2010, cuando consiguió casi el 20 por ciento de los votos.
Conocida en un principio por su ecologismo (fue ministra de Medio Ambiente de Lula) y cercana a los movimientos evangélicos, Silva apuesta por quedarse con buena parte del voto femenino en la contienda. En uno de los debates televisivos, incluso, se la vio confrontando con Bolsonaro, lo que fue interpretado por los analistas políticos como una muestra de fortaleza.
En la última encuesta, sin Lula, apareció en el segundo lugar, detrás de Bolsonaro, con el 12 por ciento de los votos y junto a Ciro Gomes.
CIRO GOMES: Este abogado de 60 años representa al izquierdista Partido Democrático Trabajador (PDT). De tendencias progresistas, apuesta por el voto de los sectores que están desencantados con el rumbo actual de Brasil pero que rechazan la opción que representa Bolsonaro.
Si bien aparecía cuarto en las encuestas, la salida de Lula, con el que se ha mostrado cercano en varios aspectos, podría beneficiarlo mucho.
GERALDO ALCKMIN: El candidato del tradicional Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) representa posiciones conservadoras en la política y liberales en la economía. Fue candidato en 2006, contra Lula, pero perdió con el 39 por ciento de los votos en segunda vuelta.
Las encuestas no le sonríen (no llega al 10 por ciento en ninguna) y la potencial salida de Lula, en principio, no parecería traerle mayores réditos. A sus 65 años, centró sus más recientes anuncios publicitarios e incursiones mediáticas en criticar a Bolsonaro, estrategia que decidió cambiar tras el atentado, y al gobierno de Michel Temer.
HENRIQUE MEIRELLES: El candidato del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de 73 años, alcanzó un dos por ciento de apoyos en la más reciente encuesta y varios analistas consideran que ser correligionario del presidente Michel Temer, que tiene cifras altísimas de impopularidad, juega en su contra.
Fue ministro de Hacienda durante casi toda la presidencia de Temer. De 2003 a 2010, con Lula, se había desempeñado como presidente del Banco Central.
Por Fernando Duclos (dpa)